¿Cuándo llegará el hombre a Marte? Cuando sepamos cómo alimentar a los astronautas. No es una exageración, garantizar el aporte energético y de nutrientes de la tripulación es una de las claves que hay que resolver, dada la larga duración de la misión, tres años. Hay que encontrar un equilibrio entre las necesidades de salud de la tripulación y las limitaciones de la misión. Lo explica César Alonso Rodríguez, del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial de Madrid: «Es necesario que los alimentos cuenten con buen olor y sabor y sean de fácil digestión. Además es fundamental reducir el peso y el volumen tanto de los alimentos como de sus envases, que estos sean de fácil preparación por la tripulación, que no interfieran en los planes de trabajo y que generen la menor cantidad de residuos».

En el trasbordador espacial las comidas se seleccionan cinco meses antes del vuelo y se preparan tres meses antes del lanzamiento. Aunque podría parecer que su duración es indefinida, se sabe que un año después de preparados los alimentos pierden vitamina A, ácido fólico, tiamina y toda la vitamina C. Son factores clave en la nutrición de los tripulantes porque «la exposición al ambiente de mocrogravedad implica desplazamiento de los fluídos corporales hacia la parte superior del cuerpo, produciendo congestión facial y nasal con disminución del olfato, a lo que contribuye el ambiente de cabina con mayor nivel de concentración de CO2 con calor y la frecuente desorientación espacial», asegura César Alonso.

Según los especialistas que han participado en el Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, el gran reto consiste en crear envases herméticos, que puedan mantener la frescura y esterilidad de los alimentos, y sean ligeros al mismo tiempo. Además se investiga cómo reproducir las condiciones de luz, temperatura, humedad y concentración de CO2 y de fertilizantes para poder reutilizar productos excretados por el hombre como el agua para cultivar verduras o cereales en ambiente diferentes de la superficie terrestre».

Redacción QUO