Los hombres se quedan sin testosterona. El déficit de la hormona masculina se creía hasta ahora que afectaba a entre el 6% y el 12% de los hombres, pero una investigación de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, ASESA, hecha en Málaga, eleva este porcentaje al 18,1% entre los varones mayores de 40 años. Esta organización ha puesto en marcha una campaña para que los hombres, tan poco dados a ir al médico, controlen los niveles de testosterona por las consecuencias que un déficit de la misma puede tener en su salud.
La hormona masculina por excelencia no solo es una hormona sexual, además influye en la producción de glóbulos rojos, en las funciones congnitivas, la densidad ósea, la distribución de la grasa y la masa magra corportal, etc. Los cambios que experimenta el metabolismo de los varones a partir de los 40 años producen en ocasiones una disminución en la producción de testosterona, alteraciones en la erección y otros problemas como diabetes, hipertensión o tastornos cardiovasculares.
Para evitarlos, ASESA ha realizado una campaña con el lema “A partir de los 40, toca revisión”. Según Antonio Martín Morales, urólogo del Hospital Carlos Haya de Málaga, “la campaña era necesaria pues los hombres consultan menos a los médicos, cuando lo hacen los problemas están más avanzados, y tienen unos hábitos de vida y exposición a factores de riesgo, como el tabaco, el alcohol o el sedentarismo, mayor que las mujeres”. La “ventaja” para los hombres es que algunos de los problemas de salud, como un trastorno cardiovascular o metabólico, puede manifestarse con un síntoma muy evidente, la disfunción eréctil.
Redacción QUO