Los años no perdonan. Y, conforme aumenta la edad, los niveles de testosterona del hombre disminuyen, provocando en ocasiones trastornos sexuales, pérdida de la masa muscular, o reducción de la masa ósea.

Ahora, acaban de conocerse los resultados de cuatro estudios realizados en Estados Unidos, y agrupados con el nombre de Testosterone Trials, relativos a los efectos de los tratamientos con testosterona en hombres mayores de sesenta y cinco años.

Y el resultado fue que, al cabo de un año, los voluntarios mostraban evidentes mejoras, entre ellas un aumento de la densidad y la fuerza de sus huesos. Aquellos que sufrían de anemia se curaron, y la vida sexual de todos ellos mejoró notablemente.

Aunque también hubo un hallazgo negativo. Los investigadores detectaron un aumento importante en el volumen de placa no calcificada en las arterias coronarias, lo que podría ser un indicio de que el uso prolongado de los tratamientos de testosterona tal vez eleve el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

Pero los autores del estudio se muestran cautos y aseguran que esa conclusión no es definitiva, y que se necesitan nuevos estudios para confirmar si realmente existe dicho riesgo.

Fuente: Agencia SINC.

Vicente Fernández López