La búsqueda de nuevos tratamientos que ayuden a dejar de fumar es constante. Y, ahora, un equipo del Scripps Research Institute, en California, ha probado con éxito en ratones, una nueva terapia basada en una enzima llamada NicA2-J1.
Esta enzima es producida por la bacteria Pseudomonas putida, pero fue modificada para aumentar su potencial efecto. Luego, fue administrada a parte de los ratones que participaron en el experimento y que se habían convertido en adictos a la nicotina.
La enzima tuvo el efecto de descomponer la nicotina en el torrente sanguíneo, antes de que llegase al cerebro. De esta manera se redujo el nivel de adicción en los ratones a los que les fue administrada.
Y no solo eso, se observó también que los roedores que fueron tratados con ella no mostraban los habituales síntomas del síndrome de abstinencia y tenían menos riesgo de recaer en su adicción.
Las pruebas con cobayas tampoco han mostrado efectos secundarios importantes, lo que permite ahora afrontar la siguiente fase del experimento para comprobar si actúa de igual manera en humanos.
Vicente Fernández López