Ya se sabía que los días de mucho frío aumentaba el riesgo de sufrir un ataque al corazón, en las personas con una salud cardíaca delicada. Pero, ahora, un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Lund, en Suecia, ha revelado que el viento también puede aumentar dicho riesgo.
En su estudio, los investigadores analizaron los datos referentes a 274.000 ingresos hospitalarias causados por infartos, ocurridos entre 1998 y 2013. Y observaron que cuando los vientos alcanzaban el nivel siete en la llamada Escala Beaufort, que equivale a ráfagas con velocidades entre 50 y 61kilómetros por hora, el número de casos de infarto atendidos en los hospitales aumentaba un 7%.
También comprobaron que cuando la temperatura bajaba hasta los 0ºC, el número de ataques al corazón aumentaba en un 14%.
Según los autores del estudio, son muchas las causas que pueden influir en ese aumento en la cantidad de ataques cardíacos. Por un lado, el frío del propio viento pero, también, el hecho de que en esos días tan desapacibles las personas cambian sus hábitos, realizan menos actividad física y toman alimentos más calóricos, lo que supone factores de riesgo añadidos para los pacientes con mala salud cardíaca.
Fuente: Telegraph.