Hay casos médicos tan extraños, que parecen inventados. La publicación especializada Irish Medical Journal recoge uno que nos ha dejado “ojiplaticos”. El paciente es un varón de Dublín que acudió a urgencias con un absceso infectado en uno de sus brazos.
Y los médicos que le atendieron quedaron totalmente atónitos, cuando el hombre les confesó que llevaba dieciocho meses inyectándose su propio semen en dicho brazo. Pero, ¿por qué había hecho algo así? Al parecer, porque pensaba que podía servirle como remedio para aliviar el dolor de espalda.
Por supuesto, tan peculiar tratamiento no puso fin a sus molestias. Y además, le causó una grave infección, provocada por el semen que se había filtrado a los tejidos blandos.
Los médicos desconocen por qué el paciente tomó semejante decisión y aseguran que no han encontrado ningún caso similar en la literatura médica. Aunque, suponen que actuó guiado por los consejos de algún curandero charlatán.
Fuente:Newsweek.
Vicente Fernández López