Mafalda está de enhorabuena: sus opciones de comer sopa de sobre cada día podrían disminuir de forma considerable. Según un nuevo estudio publicado en Journal of the Medical Association, consumir sopa en lata puede ser perjudicial para nuestra salud, debido a un monómero presente en el producto conocido como Bisfenol A.

¿Qué es el Bisfenol A?

El Bisfenol A es un monómero comúnmente utilizado en la fabricación de plásticos y resinas. Se tiene la sospecha de que es perjudicial para la salud desde los años 30, hecho que en su día fue pertinentemente comunicado en distintos medios de comunicación para alertar a la población y fabricantes sobre su consumo. Entre otras patologías, la presencia en la orina de Bisfenol A está asociada a la disminución de la concentración espermática, o la peligrosa exposición a este monómero por fetos, bebés o niños debido a sus efectos adversos y toxicidad. También otros estudios han demostrado que este monómero es un potencial interruptor endocrino que puede alterar el correcto funcionamiento de nuestro sistema hormonal.

Además, esta pequeña molécula tóxica ha sido estrechamente vinculada a enfermedades como obesidad, diabetes, alteración del funcionamiento de la glucosa o patologías cardiovasculares.

Lo que puede ser perjudicial de la sopa en lata

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de Harvard analizaron la orina de 75 voluntarios que, cinco días antes, habían estado consumiendo el producto en las proporciones de ingesta habitual. La orina de los voluntarios mostraba un aumento de más de 1,221% en las concentraciones de Bisfenol A, cosa que no ocurrió tras otros cinco días de ingesta de sopa casera.

Muy a pesar de la labor de concienciación que muchos Gobiernos como el de Canadá han realizado para alertar sobre la toxicidad del Bisfenol, este aún se sigue utilizando para fabricar las latas de sopa, biberones, botellas de plástico de policarbonato y otros productos presentes en nuestra vida cotidiana.

Según declara Miguel Porta Serra, catedrático de salud pública de la Universidad de Barcelona y autor del libro «Nuestra contaminación interna. Concentraciones de CTP en la población española» para BBC: «El bisfenol A es uno de los productos químicos que se producen a mayor escala en todo el mundo. Así que no es producto secundario o irrelevante, o un producto que haya sido prohibido hace tiempo».

Redacción QUO