La vitamina Ces un nutriente que se encuentra en los alimentos, como las naranjas, los pomelos los pimientos y la col rizada, o en los suplementos alimentarios. Como antioxidante, ayuda a prevenir el daño a las células que causan los radicales y actúa también sobre las enzimas que desempeñan una función clave en la elaboración del colágeno.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, en algunos estudios se observó que las dosis altas intravenosas de vitamina C en pacientes con cáncer mejoraron la calidad de vida, además de disminuir los efectos secundarios. En general, las dosis altas intravenosas de vitamina C causaron muy pocos efectos secundarios en los ensayos clínicos, aunque es posible que sí se presenten en pacientes con enfermedad del riñón, deficiencia de G6PD o hemocromatosis. En cualquier caso, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) no ha aprobado el uso de dosis altas intravenosas de vitamina C para tratar el cáncer.
Ahora un estudio de investigadores chilenos ha demostrado que la vitamina C también sirve como combustible para las células tumorales en diferentes tipos de cáncer. Después de 20 años de investigación, el trabajo de un equipo científico de la Universidad de Concepción (sur de Chile), dirigido por el Dr. Coralia Rivas, se ha publicado en la revista Free Radical Biology and Medicine. Según la investigación, las células cancerígenas adquieren vitamina C oxidada (ácido deshidroascórbico o DHA), que se encuentra en altas concentraciones alrededor de tumores, la transporta a su interior y la convierte en vitamina C reducida, (AA, ácido ascórbico), que posee una función antioxidante.
«Descubrimos una característica inesperada de las células tumorales, que son capaces de acumular grandes cantidades de vitamina C en su interior, en comparación con las células normales». El trabajo muestra que los veinte cánceres estudiados satisfacen sus importantes necesidades de nutrientes al reciclar la vitamina C. Rivas advierte, sin embargo, que no debemos «dejar de tomar vitamina C bajo ninguna circunstancia«. La vitamina C no solo previene el escorbuto, sino que también es esencial para la energía celular, la producción de colágeno, la síntesis de neurotransmisores y ayuda al sistema inmunológico.
Marian Benito