Refrescante, hidratante, antioxidante, marida con todo y es ideal para acompañar un tarde entre amigos. A los mil motivos que explican que la cerveza es la bebida reina del verano, un nuevo método de elaboración podría sumar ahora uno más: no produce resaca, aunque lleve alcohol. El secreto lo tiene un grupo de investigadores rusos de la Universidad Federal de los Urales (URFU), en la ciudad de Ekaterimburgo.
Lo que han hecho estos científicos ha sido agregarle a la bebida extractos de diferentes plantas y algas que reducen los efectos tóxicos del alcohol. Además, gracias a la adición de vitaminas y minerales, esta bebida alcohólica adquiere incluso propiedades antioxidantes y anticancerígenas, según informa la página web de esta institución educativa. «Seleccionamos los modos y condiciones de fabricación, en particular la temperatura, cambiando así tanto las propiedades de la levadura como el uso de aditivos de sabor», explica la profesora Elena Kovaliova, de la URFU.
Los expertos también agregaron a la bebida extractos de raíces de kudzú -la raíz de la planta Pueraria lobata, conocida por sus cualidades- y chlorella, un alga con efecto depurador que contiene 19 aminoácidos incluidos los más esenciales para la vida humana. Esta composición minimiza los efectos tóxicos del alcohol. Kovaliova puntualiza que los ingredientes son de bajo costo, lo que significa que este nuevo método de elaboración de cerveza no implicaría un aumento en el precio del producto.
Por otra parte, el laboratorio de la universidad ha previsto usar los productos de desecho de la fabricación de cerveza para producir galletas y barras de granola, un alimento formado por nueces, copos de avena mezclados con miel y otros ingredientes. «Un gránulo de cerveza cruda es demasiado difícil de comer, pero después de la fermentación es adecuado como aditivo para la harina de avena para producir alimentos, como las galletas de avena. Al mismo tiempo, los nutrientes contenidos en dicha harina se digieren completamente», cuenta la autora.