Días 1 a 7:
No bebas calorías durante una semana. Elimina los refrescos, zumos y cualquier bebida con azúcar, que se acumula en tus michelines. Puedes tomar dos cafés y, como mucho, un refresco light al día. El resto del tiempo, ¡bebe agua!
Días 8 a 14:
Sigue sin beber calorías, y además, elimina los hidratos blancos de tu dieta. Nada de pan blanco, ni pasta, ni patatas, ni arroz blanco, y por supuesto, nada de bollos, pasteles, ni cualquier cosa que contenga azúcar (blanco). Sustituye todo eso por verdura, legumbres y, como mucho, una sola pieza de pan integral al día.
Días 15 al 21:
Además de lo anterior, desayuna salado, añadiendo proteínas. Come con tus tostadas una buena ración de fiambre de pavo, huevos revueltos con claras extra, yogur desnatado o requesón. ¿No tienes tiempo? Un batido de proteínas puede ser la solución.
Darío Pescador