Día 1:
Tu charla no puede ser una mera exposición de datos. Necesita un planteamiento, nudo y desenlace. Resume la historia que quieres contar en un párrafo y pide la opinión de alguien.
Día 3:
Escribe tu presentación utilizando la técnica del sándwich. Por ejemplo: imagínate que trata sobre un nuevo medicamento. Cuentas la historia de una persona que sufre la enfermedad, después explicas cómo funciona el medicamento y terminas con el relato de esa persona curada. Revisa la historia cada día y repítela en voz alta.
Día 8:
Si tu charla va acompañada de diapositivas, no cometas el error de llenarlas de texto y limitarte a leerlo. Aburrirás a las piedras. Acompaña tus palabras de imágenes impactantes. Tu Powerpoint no debe servir de nada sin ti.
Día 14:
Repite la presentación ante el espejo para mejorar tu lenguaje corporal. Mueve las manos despacio, espalda recta y gesto relajado. Habla de pie, mejor que sentado.
Día 21:
¿Tienes nervios? Un truco de los profesionales antes de salir a hablar consiste en expulsar el aire de los pulmones lentamente, y luego aspirar profundamente.
Darío Pescador