Realmente, es más fácil hablar de tipos de compuestos, porque, dependiendo de varios factores fisiológicos y de salud del individuo, la composición puede variar. Lo normal es que cada día segreguemos entre 300 y 1.000 ml (1 l) de saliva, de los cuales el 95% es agua, un 3% son sustancias orgánicas y el resto son sales minerales.
Los principales componentes orgánicos son glucoproteínas. También encontramos otras proteínas, como ácido úrico y creatinina, aminoácidos diversos y carbohidratos. Como elementos inorgánicos tenemos calcio, fósforo, sodio, potasio y magnesio; y, dependiendo de cada individuo, también segregamos hierro, zinc y cobre.
Además, hay enzimas salivares, factores antibacterianos, factores de coagulación y protectores del estómago, así como vitaminas. Todos estos elementos se ocupan de comenzar la digestión, lubricar el bolo alimenticio y proteger de infecciones la dentición y las encías.
Redacción QUO