Las heridas que nos hacemos en la boca sanan mucho más rápidamente que las que sufrimos en otras partes del cuerpo. Ahora, investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han descubierto la causa, y creen que podría ser la base de futuros tratamientos para acelerar la curación en otras zonas.

Casi todas las células del cuerpo comparten la misma base genética. Pero lo que las diferencia es como se expresan dichos genes. Y lo que los investigadores descubrieron fue que las células de la boca se expresaban de tal forma que siempre estaban preparadas para sanar posibles heridas, incluso antes de que estas se produjesen. Y esa preparación contribuía a que sanasen mucho más rápido.

Las responsables de esa peculiar expresión genética de las células de la boca son dos proteínas llamadas SOX2 y PITX1. De hecho, cuando los investigadores las aislaron y las aplicaron a la piel de los ratones, consiguieron acelerar la curación de las heridas que se producían en ella.

Fuente: Science Translational Medicine.

Vicente Fernández López