Científicos de la Universidad Técnica de Munich (Alemania) han descubierto una nueva sustancia potencialmente peligrosa para la salud, la glicadamida, que aparece cuando los alimentos que se fríen alcanzan esta temperatura. A partir de los 180 grados, la concentración de este tóxico se dispara, según comprobaron en tres marcas de patatas. También constataron que los productos fritos con aceite de girasol y similares contenían más glicadamida que los que se cocinaron con grasas saturadas, como el aceite de palma.
Redacción QUO