A los sistemas de detección de enfermedades se añade ahora uno más: un bisturí inteligente que puede detectar por sí mismo si hay células cancerosas en el paciente. Desarrollado por el Imperial College de Londres, el nuevo instrumental, al igual de muchos otros que ya existen en el mercado, realiza la incisión por calor. La diferencia es que analiza casi en tiempo real el humo que se desprende de cada corte para saber si se trata de un tejido sano o no.
Desarrollado por Zoltan Takats, basa su funcionamiento en una tecnología de corte por calor desarrollada en 1920, que minimiza la pérdida de sangre y agiliza el proceso quirúrgico. Habitualmente, el humo que se libera es succionado por unos extractores que mantienen limpia la zona. Takats, sin embargo, ha comprobado que proporciona una valiosa información biológica que ayudará a los cirujanos a eliminar en la primera operación todas las células malignas, sin riesgo a que permanezca ninguna dañada. Para conseguirlo, Takats ha conectado un bisturí eléctrico tradicional a un espectómetro de masas, un sistema que permite identificar compuestos.
El i-bisturí ha demostrado una eficacia de un 91%, según las primeras pruebas realizadas, y se espera que en tres años pueda ser distribuido comercialmente.
Redacción QUO