Una nueva investigación publicada en Environmental Toxicology & Chemistry asegura que el agua potable de la zona sur de Ontario contiene trazas de varias drogas ilegales, entre las que se encuentra la morfina, la cocaína y la oxicodona.
Eso es lo que se han encontrado los investigadores de la Universidad McGill cuando han analizado el agua que contienen las plantas de tratamiento de aguas residuales de la la cuenca hidrográfica de Grand River. Según aseguran los científicos, las drogas se encuentran en cantidades relativamente limitadas, pero existen grandes posibilidades de que hayan contaminado el agua potable de la que beben los ciudadanos.
Para estar seguros de que sus conclusiones eran correctas, tomaron nota de la concentración de drogas que había antes y después de tratar el agua, la cual no disminuyó una vez el agua fue tratada. Según indica Viviane Yargeau, autor principal del estudio y profesor del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de McGill, la mejora en los procesos de tratamiento de las aguas residuales podrían ayudar a limpiar el agua potable. El siguiente paso en la investigación de Yargeau será un proyecto de cinco años con el fin de investigar cómo se puede mejorar este proceso para conseguir eliminar totalmente diversos productos químicos que ahora permanecen a pesar de que el agua haya sido tratada.
No es el único caso. El año pasado, las alarmas saltaron en Gran Bretaña cuando varios expertos de la Agencia de Inspección del Agua Potable encontrará que la población estaba consumiendo trazas de benzoilecgonina, que es el producto químico en el que aparece la cocaína cuando ha sido metabolizada por el cuerpo humano. No obstante, según un estudio realizado por Public Health England, cantidades inferiores a cuatro nanogramos por litro de cocaína no son perjudiciales para la salud.
Fuentes:
huffingtonpost.ca | onlinelibrary.wiley.com | cbc.ca |
Redacción QUO