La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, está investigando la posible existencia de un segundo caos de fiebre hemorrágica. Se trataría de una enfermera que habría atendido al primer paciente, un varón que falleció en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid el pasado 25 de agosto. La profesional sanitaria permanece ingresada en el Hospital Infanta Leonor, a la espera de que los análisis confirmen si realmente padece dicha enfermedad.

Pero, ¿qué es realmente la fiebre hemorrágica y cómo se transmite? Se trata de nombre por el que se conoce a la fiebre de Crimea- Congo, una enfermedad infecciosa que transmiten las garrapatas. El nombre se debe a que, el primer caso documentado se produjo en 1944, entre soldados rusos destinados en la Península de Crimea. Dos décadas después se comprobó que aquel agente infeccioso era idéntico a otro que se había aislado en el territorio del actual Congo.

Tal y como nos explicó Paloma Aguilera, médico especializada en enfermedades tropicales del Centro de Salud Guayaba, en Madrid,. “Este virus es endémico de Asia y África. También es frecuente encontrarlo en Europa Oriental, pero no es habitual su presencia en el resto del continente, y mucho menos en la Península Ibérica”, nos comentó. Aunque, su presencia ya se había detectado en nuestro país hace cinco años.

Tal y como ya hemos dicho, el virus se transmite por la picadura de garrapatas a animales y personas. “Y en 2011, ya se descubrió la existencia de garrapatas portadoras de este organismo en Extremadura”, nos comentó la especialista. “De hecho, el Ministerio de Sanidad solicitó informes para valorar el potencial riesgo que suponía este hallazgo”.

Pero, ¿cómo podría haber llegado el virus a España? «Existen muchas vías para ello, aunque unas más probables que otras», nos comentó Miriam fernández, doctora del departamento de Microbiología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra. «Pudo llegar a través de animales que han sido sacrificados aquí, o por haberse introducido en aviones o en barcos, una vía de transmisión que, aunque suene extraña, si se ha confirmado en el caso del ebola».

Según parece, el paciente fallecido el 25 de agosto, se había contagiado precisamente por la picadura de una garrapata, durante una estancia en Ávila. En el caso de la enfermera, de confirmarse finalmente que también padece la misma enfermedad, el contagio se habría producido a través de los fluidos del primer paciente.

“El contagio de esta enfermedad entre humanos no es sencillo”, nos explica Paloma Aguilera. “Se produce solo a través del contacto directo con la sangre de otro paciente infectado, lo que supone un riesgo para el personal sanitario. Fuera de ese ámbito, lo más habitual es que las personas contraigan la enfermedad o, por la picadura directa del parásito, o por haber estado en contacto con sangre y fluidos de animales que estaban infectados”. Por es emotivo, la especialista aclara que los casos de contagio son más habituales entre granjeros o trabajadores de mataderos.

No existe vacuna para la fiebre de Crimea-Congo, aunque su índice de mortalidad es de, aproximadamente, entre el 10 y e 30%. No es muy bajo, pero tampoco extremadamente alto, si se le compara con el ébola que ronda el 50%. «De hecho, aunque no es tan mortífero como el ebola, se le engloba en la categoría de virus con una tasa de mortalidad alta», nos aclaró Miriam Fernández. Pese a todo, no parece que nos enfrentemos al riesgo de una posible pandemia, ya que como nos explicó la especialista: “Lógicamente se habrán puesto en marcha todos los protocolos que se activan al detectar virus como éste, así que parece factible pensar que no vayan a surgir muchos más casos”.

Vicente Fernández López