Fruto de la crisis financiera de 2008 nació un curioso y paradójico término: «psicópata exitoso«. Se utiliza para describir a lo que conocemos como ejecutivos agresivos. Según el psicólogo forense Nathan Brooks, quién habló recientemente sobre el tema en el Congreso de APS en Melbourne, «las empresas deben fomentar la evaluación psicológica para identificar a esta clase de sujetos«.

Ubicados en lo más alto del sector empresarial, disponen de múltiples habilidades combinadas o reforzadas por rasgos psicopáticos, presentes en los puestos más altos de la cadena profesional. Se distinguen también por ser egocéntricos, encantadores y superficiales. Según las conclusiones de Brooks, una de cada cien personas en general y una de cada cinco en el área penitenciario, son psicópatas.

Señala que esta clase de profesionales suelen poner en práctica técnicas poco éticas e ilegales que no solo pueden dañar la reputación de la empresa, sino que pueden tener un impacto tóxico sobre otros empleados. «Tienden a sembrar el caos», explica Brooks, «por lo general provocan que las personas se enfrenten entre sí».

Para evitar estas personas tóxicas, los investigadores han desarrollado una herramienta que estudia la personalidad corporativa, diseñada para ayudar a las organizaciones a evaluar una posible personalidad psicopática durante el proceso de contratación.

Fuente: cio.com.au

Redacción QUO