Oh my god! Investigadores de la Universidad de Duke han hecho un interesante descubrimiento que revelaría la razón por la cual se dice más el nombre de dios en la cama que en una iglesia. Según sus conclusiones, aquellas personas que tienen relaciones sexuales con frecuencia se abren más a la espiritualidad e incluso a creer en dios. Algo que, paradójicamente, va en contra de cualquier doctrina religiosa.
Los científicos responsabilizan a la oxitocina de este curioso efecto. Durante el sexo, esta hormona se vuelve loca por nuestro organismo, promoviendo la vinculación social, el altruismo y también la ‘divinidad’. Además, este hecho se produce, curiosamente, más en hombres que en mujeres. Observaron que, aquellos hombres con índices más altos de la llamada ‘hormona del amor’ reconocían con más frecuencia que la espiritualidad era un punto importante en sus vidas.
Lo que puede llegar a provocar el «milagro» de tener sexo. Cuidado con los efectos secundarios.
Fuente: independent.co.uk
Redacción QUO