Numerosos estudios avalan los beneficios que tiene para la salud practicar sexo con regularidad. y a ellos se suma uno nuevo, realizado por investigadores del National Defence Medical Centre de Taiwan, que revela que mantener relaciones sexuales contribuye a mejorar la circulación y a evitar problemas cardíacos. Pero, la parte mala de la noticia es que ese efecto positivo solo se pone de manifiesto en los varones.

Según los datos obtenidos del estudio, los hombres que practican sexo con una frecuencia de dos veces por semana, o incluso superior, muestran unos niveles muy bajos de homocisteína. Se trata de un aminoácido que nuestro organismo produce de forma natural.

El problema es que cuando se produce demasiada homocisteína, aumenta el riesgo de que la sangre se coagule, provocando un trombo que, a su vez, puede terminar desencadenando ataques cardíacos, embolias pulmonares, o accidentes cardiovasculares.

La existencia de niveles excesivos de dicho amioácido puede ser debida a causas genéticas, a un mal funcionamiento de los riñones, o incluso a la deficiencia de vitamina B. Pero el estudio realizado en Taiwan reveló que los varones que practicaban sexo con frecuencia mostraban unos niveles de homosticeína muy inferiores a los del resto. Por el contrario, quienes solo tenían relaciones una vez al mes o menos, mostraban un incremento alarmante de dicha sustancia.

Los autores del estudio aseguran que es la primera investigación que se realiza sobre este tema, así que aún no se puede afirmar que exista una correlación directa entre la frecuencia de las relaciones sexuales y los niveles de homosticeína. Pero creen que el resultado es lo suficientemente interesante como para plantearse la posibilidad de que el sexo pueda tener algún efecto protector sobre la circulación sanguínea.

Paradójicamente, como ya hemos dicho, ese efecto beneficioso solo se ha observado en los varones. Por el contrario, las mujeres mostraban niveles altos de este amioácido con independencia de la frecuencia de sus relaciones sexuales.

Fuente: Journal of Sexual Medicine.

Vicente Fernández López