Según está el panorama político, social y económico de este país, no es extraño que alguna vez hayas tenido que recurrir a un antiácido para pasar el mal trago. Por desgracia estas pastillas, conocidas como inhibidores de la bomba de protones, tienen efectos secundarios negativos, ya que hacen a sus consumidores más propensos a infecciones intestinales.
La función de estos medicamentos es impedir que las células que habitan en el recubrimiento interno del estómago produzca demasiados ácidos y ocasiones úlceras o acidez de estómago. Pero, ¿tienen efectos secundarios peligrosos? Para averiguarlo, un grupo de investigadores analizó información de 377.000 personas que no usaban estos productos y 188.000 que sí. Fue así como se dieron cuenta de que los segundos tenían un riesgo más elevado de padecer diarrea por la bacteria Clostridium difficile.
Y no es lo único. Los usuarios de antiácidos también tenían casi cuatro veces más posibilidades de contraer infecciones por Campylobacter (intoxicación alimentaria). Según explicó el autor principal de la investigación, Thomas MacDonald, «disminuir el ácido estomacal, que es una barrera para las infecciones, aumenta la posibilidad de contraer una infección gastrointestinal».
Fuente: scientificamerican.com
Redacción QUO