Ya es hora de levantarse de la silla. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Leicester ha revelado que caminar o, simplemente, pasar más tiempo de pie, reduce el riesgo de sufrir diabetes tipo 2.
Los investigadores midieron la actividad física diaria de un grupo de adultos de 60 años con sobrepeso. Todos ellos tenían antecedentes familiares de esa enfermedad, y pasaban una media de 9,4 horas diarias sentados o acostados. Y unas 4,5 horas de pie, además de otra hora de media caminando.
Cuando se les pidió que modificaran parte de esa rutina, y que pasaran de pie periodos de tiempo más prolongados, se observó que se producía una disminución del 4% de la glucosa en sangre, y se reducían también los marcadores de riesgo para la diabetes.
El estudio se ha realizado con una muestra muy limitada, y sus propios autores reconocen que no se puede establecer una relación causa-efecto todavía. Peor los resultados suponen una evidencia más que sumar a las muchas que avalan el riesgo que supone para la salud una vida demasiado sedentaria.
Vicente Fernández López