Algunas fuentes calculan que, tan solo en España, el llamado síndrome de fatiga crónica afecta a unas 40.000 personas, la mitad de las cuales podrían estar sin diagnosticar.
Uno de los grandes problemas con esta dolencia es que no existe unanimidad en considerarla una enfermedad real, y en muchas ocasiones se procede a tratarla como si fuese un trastorno psicológico. Pero, ahora, una investigación realizada por especialistas de la Universidad de Griffith, en Australia, revela que detrás de este síndrome existe una causa física y que, por tanto, se trata de una enfermedad real.
Los investigadores encontraron que las personas que padecen este síndrome sufren una alteración en uno de sus receptores celulares, concretamente el TRPM3, que regula el funcionamiento de los canales por los que los iones de sodio acceden a las células.
Tal y como explica el estudio, los iones de sodio son esenciales para la correcta regulación del gen y la producción de proteínas. Pero, esta alteración en el receptor TRPM3 impide que los iones de sodio penetren en el interior de las células, lo que acaba provocando su mal funcionamiento.
La investigación también explica que ese receptor está presente en todas nuestras células, lo que explica que el síndrome de fatiga crónica resulte tan devastador y se manifieste con síntomas que pueden producirse en cualquier parte de nuestro organismo, desde la cabeza, al sistema digestivo, pasando por el corazón.
Por este motivo, los investigadores australianos concluyen que muchas de las terapias que generalmente se recetan para este tipo de pacientes, como hacer ejercicio, o practicar relajación y meditación, son ineficaces para tratar este síndrome, más allá del efecto placebo.
Fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López