Los refrescos azucarados engordan. Eso es algo que todos sabíamos. Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por el Centro de Investigación de Nutrición Humana de Grand Forks, en Estados Unidos, ha revelado que también afecta a la capacidad de nuestro metabolismo para quemar calorías.
Los investigadores descubrieron que al mezclar los refrescos con un menú rico en proteínas, la oxidación de las moléculas de grasa disminuía alrededor de un 10%. ¿Y qué significa eso? Pues, sencillamente, que se reducía la capacidad del metabolismo apra quemar dichas grasas.
Los resultados se obtuvieron en un experimento en el que participaron veintisiete voluntarios, que hicieron dos comidas (desayuno y almuerzo) con un contenido de proteínas de un 15%. Cada plato contenía 17 gramos de grasa y 500 kilocalorías, con la diferencia de que en un caso la comida fue acompañada de una bebida azucarada y en el otro no.
Y lo que observaron fue que, la bebida azucara no solo no hacía que los voluntarios estuviesen más saciados sino que, al combinarla con las proteínas, provocaba el efecto de disminuir la capacidad metabólica para quemar calorías.
La buena noticia es que ese efecto negativo parece no mantenerse en el tiempo, transcurridas varias horas desde la ingesta de la bebida azucarada.
Vicente Fernández López