Muchos damos la bienvenida de buen gusto a comidas o costumbres japonesas como el sushi, el manga o comer con palillos. Pero este país también exporta otras cosas…menos agradables. Es el caso, por ejemplo, de una especie de hongo recientemente descubierta que ahora está llegando a los hospitales británicos.
Candida auris es el nombre del hongo que, después de ser identificado en el país nipón, llegó a Reino Unido en el año 2013. Desde entonces más de 35 hospitales británicos han tenido que tratar pacientes con esta infección resistente a los antibióticos utilizados de manera rutinaria.En Japón causó la muerte de dos de los tres primeros pacientes que se infectaron.
De hecho, la directora del Centro para la Prevención y Control de Enfermedades tildó la situación de “amenaza catastrófica” después de que Estados Unidos, gobierno del que depende esta entidad, encontrara 77 casos en sus hospitales.
Otro de los problemas relacionados con este hongo es la dificultad para identificarlo en los pacientes infectados, pues tal y como han alertado las autoridades sanitarias, es fácil confundirlo con otros tipos de hongos más comunes y proporcionar un tratamiento que no sea efectivo.
Este problema de salud pública también ha llegado a España, concretamente a Valencia. Miembros del Hospital la Fe publicaban un artículo científico el pasado mes de enero en el que describían los primeros cuatros casos de infecciones por este hongo. En él describen cómo constataron que era resistente a varios fármacos, aunque finalmente pudieron tratarlo con otras drogas. Los sanitarios valencianos también alertaban del problema de salud pública que puede generar este microorganismo descubierto recientemente.
Al igual que otras especies de hongos, Candida auris puede colonizar numerosas partes del cuerpo tales como heridas, zonas de inserción de catéteres, riñones, articulaciones, encéfalo o pasar al torrente sanguíneo y causar una sepsis, una situación que entraña un alto riesgo vital. Suele afectar a personas con cierto grado de inmunodepresión, es decir, cuyo sistema inmune no es totalmente competente. Las personas ingresadas en cuidados intensivos, que tienen catéteres intravenosos o que han recibido antibióticos de amplio espectro también tienen un mayor riesgo de contraer este tipo de infecciones.
Redacción QUO