El párkinson apagó la luz de Mohamed Ali de forma paulatina pero irremediable. El celebérrimo boxeador falleció en 2016 a los 74 años de edad, aquejado de parkinson, cuyo diagnóstico había llegado 20 años antes.

A pesar de que el diagnóstico de esta patología llegó cuando el boxeador apenas tenía 50 años, ¿hubiera sido posible darse cuenta antes? Según sostienen investigadores de la Universidad de Arizona, sí.

Para llegar a esta conclusión, presentada el pasado miércoles en la conferencia Interespeech, los investigadores analizaron las entrevistas del Ali en los años previos a su diagnóstico.

El análisis muestra cómo la cadencia y la entonación del discurso del boxeador va descendiendo paulatinamente. En total, los científicos cuantificaron en un 26% esta reducción, que puede ser un signo precoz de enfermedad de párkinson.

Además, otra observación interesante reside en que estos cambios en el discurso eran más acentuados cuando las entrevistas analizadas se produjeron poco después de la fecha de celebración de un combate en que el púgil hubiera recibido gran cantidad de golpes.

Redacción QUO