‘La homeopatía es inocua’, dicen algunos. Esta afirmación es falsa porque el tratamiento con terapias alternativas puede retrasar la aplicación otras realmente efectivas y dañar al paciente. Y pueden existir tratamientos alternativos que directamente sean perjudiciales para el paciente y hasta lo intoxiquen.

Es lo que ha sucedido con una pulsera magnética que portaba un bebé de nueve meses en Connecticut. Algunas de las cuentas de la pulsera estaban hechas con plomo. El bebé las chupó y como consecuencia de ello le fueron detectados niveles de plomo extremadamente altos en sangre en un control rutinario.

Según el Centro para el Control de Enfermedades americano (CDC, por sus siglas en inglés), no hay niveles seguros de plomo en niños. Este metal es especialmente perjudicial y puede acarrear daños al sistema neurológico que se puede manifestar en forma de afectación del estado de consciencia, convulsiones e incluso puede llevar al coma o a la muerte.

Los investigadores a cargo del caso llegaron a la conclusión de que las cuentas de la pulsera eran las causantes de la intoxicación del pequeño después de que encontraran niveles extremadamente altos del metal pesado en ella. Los padres aseguraban que dicho complemento ayudaba a aliviar a su pequeño del dolor causado por el crecimiento de sus dientes.

Redacción QUO