Los íncubos son una criatura mítica, espíritus que atacaban o poseían a las personas mientras dormían (los súcubos serían su versión femenina). Podría parecer que ese tipo de sucesos son cosa del pasado, algo propio de épocas más dadas a la superstición. Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, revela que se siguen produciendo con más frecuencia de la que se creía. Hasta el punto de que se calcula que una de cada diez personas ha sufrido este tipo de experiencia al menos una vez en su vida.

Por supuesto, los íncubos no existen más que la imaginación de las personas. Pero la sensación de ser atacado por algo mientras dormimos si que es fenómeno real. Se le denomina parálisis del sueño.

Imagínate que te despiertas pero no puedes moverte. Eres capaz de oír y percibir lo que sucede a tu alrededor pero no puedes reaccionar. Es lo que le sucede a las personas que padecen la llamada parálisis del sueño, una rara pero angustiosa enfermedad. Por suerte, los episodios remiten pasados unos pocos minutos.

Esta situación también puede ocurrir cuando la persona está tratando de conciliar el sueño y puede estar desencadenada por situaciones como el estrés, la ausencia previa de descanso o dormir con unos ciclos de sueño anormales. Otra enfermedad relacionada con la parálisis del sueño es la narcolepsia.

El problema radica en que la ciencia aún no ha sido capaz de esclarecer exactamente qué ocurre en nuestro cuerpo para que esto ocurra.Una de las teorías que trata de explicar esta patología propone que la fase del ciclo de sueño REM (rapid eye movement, por sus siglas en inglés) se superpone a la fase de vigilia, causando la sintomatología.

Otra teoría propone un desequilibrio entre las redes neuronales que regulan el sueño. En este sentido, se indica que las neuronas colinérgicas podrían estar hiperactivadas, mientras que las que producen serotonina experimentan la situación contraria, un descenso de su activación.

Pero, como se percibe este fenómeno es algo que varía mucho dependiendo de las creencias religiosas de cada persona y de a que cultura pertenezca. las personas supersticiosas pueden atribuírla a íncubos o espíritus. Los musulmanes, por ejemplo, lo achacan a unas entidades demoníacas llamadas jinns. Y el estudio recoge incluso el caso de una chica de quince años que decía ser atacada por seres con forma de pinguíno. Son los distintos disfraces que adquiere la parálisis del sueño.

Vicente Fernández López