El brazo de la foto pertenece a un paciente japonés, protagonista de un estudio médico publicado en la revista especializada The New England Journal of Medicine. Podría parecer que lo que sobresale del brazo es un bíceps desarrollado de forma un tanto extraña pero, en realidad, se trata de una deformidad del músculo conocida como brazo de Popeye (Popeye’s sign, en inglés).
Aunque las roturas de tendones son mucho más comunes en las extremidades inferiores que en las superiores, lo que causa este síndrome es la rotura del tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial. La causa es siempre la realización de un esfuerzo excesivo al levantar un peso. Una vez producida la rotura, aparece ese abultamiento tan llamativo al flexionar el brazo, aunque suele pasar desapercibido cuando se mantiene en reposo.
Este tipo de lesión es típica de deportistas que practican culturismo y realizan repeticiones muy rápidas con mucho peso, escalada, y cualquier deporte que precise una flexión extrema de dicho músculo. Pero también puede afectar a personas mayores que padezcan artritis u osteoporosis.
Quien la sufre tiene dificultades notables para flexionar el brazo, y calambres y dolores que se extienden hasta el hombro. Esta dolencia puede sanarse con un plan de rehabilitación, aunque en algunos casos se recurre a la cirugía para reparar el tendón dañado.
Vicente Fernández López