Acabamos de conocer la noticia de que un participante en un reality show del canal Discovery titulado Naked and afraid (en el que, como su título bien indica, los participantes compiten completamente desnudos), sufrió la picadura de una avispa mientras pescaba en un riachuelo. La cosa no tendría mayor trascendencia si no fuera porque el insecto le picó en el pene. Según relatan los responsables del programa, en un primer momento tan solo notó el aguijonazo, pero, poco a poco, comenzó a sentir un dolor cada vez más fuerte. Unas horas después empezó a subirle la fiebre y experimentó sudores muy intensos, además de una hinchazón en su órgano viril.

Afortunadamente, el tratamiento médico hizo que los síntomas remitieran en un par de días. Pero ¿qué se siente al ser picado en una zona tan especial? En 2015, un investigador de la Universidad de Cornell llamado Michael Schmidt se sometió a un experimento bastante retorcido. El científico se hizo picar por abejas en diversas partes del cuerpo para intentar averiguar en cuál resultaban más dolorosas. Y el resultado fue que la picadura en el pene era efectivamente la tercera más dolorosa, superada tan solo por las sufridas en el labio superior y en la nariz. La investigación fue galardonada con un premio IGNobel.

Le leyenda cuenta también que en 1982, mientras rodaba en el Amazonas la película Fitzcarraldo, Mick Jagger se sometió a un rito iniciático de los indios de la zona, consistente en colocar la abertura del pene en el interior de una caña de bambú, y deslizar en su interior avispas. El propósito de dicha práctica es del conseguir el alargamiento del miembro viril gracias a las picaduras de los insectos.

Sea cierta o no dicha historia, los especialistas dicen que el veneno de una sola avispa no bastaría para provocar una gran erección, aunque hay otras especies que sí pueden provocarla con su picadura. Es el caso de la araña de espalda roja australiana. En 2016 se conoció el caso de un hombre que había sido picado en su falo por un ejemplar, y que sufrió a consecuencia una erección terriblemente dolorosa.

Vicente Fernández López