El pez tetra mexicano, cuyo nombre científico es Astyanax mexicanus, vive en el interior de cavernas en aguas tropicales, por lo que no tiene ojos. Los científicos explican que esa ceguera es fruto de un mecanismo evolutivo. Dado que este animal no necesita el sentido de la vista para buscar alimento o escapar de los depredadores, la evolución ha hecho desaparecer sus ojos para ahorrarle el gasto energético que supondría mantener esos órganos.
Pero, ahora, un estudio realizado por la Universidad de Harvard ha descubierto que este pez también podría esconder el secreto que nos conduciría a una posible cura para la diabetes. Y es que esta criatura tiene una elevada cantidad de azúcar en la sangre y su organismo es resistente a la insulina. Pero, a pesar de ello, su salud no se resiente.
Lo que ocurre es que en el organismo de estos peces no sucede lo mismo que en el de las personas diabéticas, dónde las moléculas de azúcar se adhieren a las proteínas impidiéndoles funcionar normalmente. Los investigadores creen que el estudio de este mecanismo del pez tetra podría servir para desarrollar mejores tratamientos contra esta enfermedad.
Fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López