Las secuelas de la epidemia de consumo de opiáceos que se vive en Estados Unidos están afectando incluso a las criaturas marinas. Porque un estudio realizado por la Universidad de Washington acaba de descubrir restos de estas sustancias en los mejillones de la bahía de Seattle, en la costa oeste del país.
Como todos los moluscos, los mejillones filtran el agua, por lo que absorben las sustancias que contiene. Es por eso, por lo que los investigadores detectaron la presencia de oxicodona, uno de los componetes de los calmantes. Alarmados por este descubrimiento, los autores del estudio cogieron mejillones sin contaminar de un acuario y los distribuyeron por dieciocho puntos de la costa para ver que ocurría.
Y cuando los recogieron, observaron que los que habían trasplantado en tres de dichos puntos, estaban contaminados con restos de antidepresivos y de sustancias empleadas en los tratamientos de quimioterapia. Los investigadores explican que los niveles detectados no eran peligrosos para la salud humana, pero puede que no ocurra lo mismo con algunas criaturas marinas.
Parece que los mejillones son inmunes a los efectos de estas sustancias, pero los autores de la investigación explican que si podrían afectar a la salud de algunos tipos de peces, si resultan conaminados por ellas.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López