Si tuviéramos que pensar en el país con más pacientes con diabetes de Tipo 2 ese sería Estados Unidos. Según el Centro de Control de Enfermedades del país, esta enfermedad afecta a decenas de millones de personas, supone un gasto anual de cerca de 156 mil millones de euros (una auténtica barbaridad) y en 2050 un tercio de la población estadounidense podría padecerla. Gran parte de ese dinero se va en costosas operaciones para realizar un bypass gástrico que implica la creación de un estómago mucho más pequeño que el actual (con capacidad de unos 15 a 30 ml.) y que se conecta directamente al intestino delgado.
El problema con este tipo de operaciones es que requieren una pérdida de masa considerable para poder acceder al quirófano y que no son realmente fáciles de sobrellevar. De hecho, solo un 2% consigue salir sin problemas secundarios tras ella. Pero un estudio publicado esta semana en el Journal Nature Materials ha dado luz a este problema con una técnica novedosa que apenas exige al paciente tratarse con un medicamento antes de las diferentes comidas del día: desayuno, almuerzo y cena. La idea es que esta píldora cree una especie de cobertura que haga que la sangre no absorba tanta cantidad de glucosa.
Se trata de un invento que permitirá a los pacientes evitar el quirófano y poder así aprovecharse de los beneficios que suponía una cirugía tan invasiva como es el bypass gástrico. El equipo detrás de este medicamento ha creado una pastilla que a la vez que protege, es capaz además de disolver esa barrera una vez se haya terminado el proceso. Es decir, la cobertura no se quedaría para siempre en el paciente y podría expulsarla en un futuro de forma natural. Es una especie de sustancia derivada del sucralfato, el cual se usa para el tratamiento de úlceras, y que han acabado llamando “Luminal Coating of the Intestine” (LuCI).
Las actuales pruebas en roedores han permitido el uso de esta pastilla, creando una barrera por 3 horas para que solo los nutrientes adecuados pasen a la sangre. Esperan poder probarlo pronto en seres humanos.
Fuente: DigitalTrends
Alberto Pascual García