Que el calor es un problema para nuestro estado de ánimo es algo que no hay estudio que tenga que confirmar. Pero ahora, una investigación realizada por la Universidad de Stanford apunta a que cuando hay picos anormales de temperaturas altas, incrementa de forma considerable el riesgo de que las personas quieran quitarse la vida. Este estudio sugiere, que si la tendencia de las temperaturas sigue así en los próximos años, algo que parece ser una realidad con el paso del tiempo, podría suponer la muerte de unas 21.000 personas en Estados Unidos y México en las próximas 3 décadas por esta causa.
Para lograr dar con esta tendencia, el grupo de investigadores comparó el ratio de suicidios en épocas de mucho calor con aquellos meses en los que las temperaturas se mantenían estables. Se remontaron 50 años atrás e identificaron el clima y los grados ºC que hacía en el lugar donde esa persona había decidido terminar con su vida. Con esta información, comprobaron que los meses que hacía más calor, el riesgo parecía aumentar considerablemente.
Con estos datos sobre la mesa, los investigadores involucrados en el estudio dicen que no debemos tomar estos datos como principal motivación para cometer un suicidio, pero sí como un problema añadido que incrementa las posibilidades de que este tenga lugar. Por ello, consideran necesario tener en cuenta todos los factores que lo rodean para dar con una solución: “debe convertirse en una prioridad para salud pública poder evitarlos”, apunta el estudio.
Fuente: The New York Post
Alberto Pascual García