Ideado en el departamento de Ciencia de los Alimentos de la Universidad Tecnológica Chalmers (Suecia), este nuevo producto, inspirado en el tempe, o carne vegetal, permitirá consumir los cereales integrales cada vez más valorados: en concreto, hablamos de las “intragables” avena y cebada. Así adquieren un formato atractivo y funcional, y son más saludables que en los habituales cereales del desayuno; en la mayoría de los casos llevan sobredosis de azúcar y van tostados, lo que es casi una garantía para la formación de la acrilamida (sospechosa de producir cáncer). El tempe es un producto típico de la isla de Java, y a estas alturas, de consumo generalizado entre los vegetarianos. Se trata de un pastel obtenido por fermentación de granos de soja con el hongo Rhizopus oligosporus, y que igual se consume a modo de filetes que como embutido, frío o caliente, frito, etc. Ya existen variantes del tempe elaboradas a base de otras legumbres y cereales. El resultado de la fermentación en laboratorio, con la misma especie de hongo y en condiciones controladas, de los granos de cereal es que consigue preservar el alto aporte de fibra de los cereales, su cantidad de proteínas y, además, multiplica el contenido en hierro asimilable por el organismo, que resulta así mayor con respecto al del resto de los cereales.
Redacción QUO
Los científicos generan calor a más de 1.000 grados Celsius con energía solar usando cuarzo…
El nuevo Suzuki Swift acaba con el molesto problema de que no se pueda leer…
Los microbios ausentes en las personas con autismo podrían influir en el comportamiento social protegiendo…
Una exposición de CaixaForum Madrid desvela la ciencia y la tecnología que permite disfrutar de…
Sacudido por la gravedad de sus vecinos, este exoplaneta a 66 años luz de distancia…
Los investigadores publican el mayor conjunto de datos de conexiones neuronales de la historia