«En el fondo es un nuevo virus de la gripe y por lo tanto no debería llamarse gripe porcina; sería más correcto virus A H1N1 Mexico2009, que es la denominación habitual entre los científicos». Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos I de Madrid, abogaba aquí en Quo por un cambio en nombre, como han hecho otros expertos. Por una vez, los políticos les han hecho caso y la han bautizado como «nueva gripe», aunque la motivación no es tanto científica como económica.
La Comisión Europea la ha rebautizado «para no dañar a la industria cárnica» ha asegurado la comisaria de Sanidad de la Unión Europea, Androulla Vassiliou. Y es que, además las consecuencias sobre la salud de las personas, la infección puede tener graves efectos económicos. ¿Cuáles serían en el caso de que la infección se extendiera por todo el mundo? «El Banco Mundial hizo una estimación el año pasado y llegó a la conclusión de que una crisis sanitaria de estas características supondría una caída en el PIB de entre un 1% y un 5% en el peor de los escenarios», apunta Javier Elizalde, profesor de Microeconomía de la Universidad de Navarra.
Redacción QUO