«Enfrentémonos al coronavirus como lo haríamos a un gran incendio», escriben Juan Luis Arsuaga y María Martinón Torres en una reflexión que en QUO.es hemos querido compartir:

Metáforas

Para enfrentarse a los problemas graves, el ser humano necesita metáforas. No tenemos mejor manera de comprender las situaciones complejas. Con la pandemia del coronavirus se ha utilizado la de la guerra. Pero creemos que hay una mejor: la metáfora de los incendios forestales. La enfermedad, nos dicen, se propaga como el fuego. Para controlar y extinguir los grandes incendios lo primero es tener un mapa, continuamente actualizado, de dónde están los principales focos y de cómo se propagan las llamas. Luego hay que ir extinguiendo los focos, uno a uno, y vigilar que no queden rescoldos que se puedan reavivar. Atacarán los bomberos, los principales combatientes del fuego. Pero detrás de ellos tiene que haber una logística imprescindible de efectivos, medios materiales, información, cortafuegos y protección de la población. Finalmente, cuando se haya apagado hasta la última brasa, habremos de salir a plantar los campos que el fuego haya arrasado. Conviene ir cultivando algún esqueje para reconocernos en el que será un bosque nuevo.

Juan Luis Arsuaga es catedrático Paleontología Complutense.Director Centro UCM-ISCIII evolución y comportamiento humanos. Codirector Atapuerca. Director científico

María Martinón Torres es una médica y paleoantropóloga española. Es fundadora de la European Society for the Study of Human Evolution así como miembro correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia desde 1999