Un estudio revela que la eficacia de las mascarillas caseras aumenta al usar ciertos tejidos o al añadir varias capas

¿Cartera?¿Llaves?¿Mascarilla? Este es el repaso mental que muchos españoles hacemos antes de salir de casa desde el día 9 de junio de 2020, día en el que el uso de mascarillas se volvió obligatorio.

Se ha comprobado que el uso de mascarillas es fundamental para evitar la propagación de la COVID-19. Las mascarillas protegen a las personas de nuestro alrededor al reducir las partículas exhaladas, y también a nosotros mismos al reducir partículas que inhalamos.

Existen diferentes tipos de mascarillas, las higiénicas, las quirúrgicas, las FFP2, algunas incluso son de fabricación casera. Estas últimas fueron especialmente utilizadas al inicio de la pandemia, cuando todos los países se enfrentaban a una escasez de equipos de protección.

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La pasada primavera, investigadores de la Escuela de Ingeniería Química y Biomolecular y la Escuela de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera en el Instituto de Tecnología de Georgia realizaron un estudio para comprobar si todos los materiales utilizados en la fabricación de mascarillas caseras protegían por igual. La revista Aerosol Science and Technology publicó los resultados del estudio el pasado marzo.

A lo largo de esta investigación se probaron 33 materiales diferentes empleados en la producción de mascarillas que cualquier persona puede comprar en comercios. Entre los materiales analizados se encontraban tejidos como el poliéster y el algodón y otros materiales no tejidos como filtros HEPA, bolsas de aspiradoras y otros productos basados en celulosa.

Los resultados mostraron que el rendimiento de los diferentes materiales era muy variable. En el mercado se pueden encontrar materiales que presentan niveles aceptables de rechazo de partículas y con una resistencia al flujo de aire similar al de las mascarillas quirúrgicas. Los materiales con mejor rendimiento según este estudio serían la tela de las cortinas opacas y los envoltorios de esterilización de papel y plástico usados para envolver material quirúrgico.

Los investigadores también señalaron que se debía evitar el uso de filtros HEPA y las bolsas de aspiradora. Ambos materiales pueden contener fibra de vidrio, que es perjudicial al ser inhalada por el usuario. También recomiendan no usar tejidos de punto suelto, como el fieltro o el vellón.

El estudio comprobó que las mascarillas compuestas por dos o tres capas tenían una eficacia de filtración del 50%. Además recalca la importancia de que las mascarillas estén bien ajustadas en la zona de las nariz y las mejillas, pues de lo contrario las partículas se pueden escapar por esas zonas.

Una persona con una mascarilla multicapa ajustada de forma correcta evita el 84% de las partículas en sus pensión y si las dos personas las utilizan correctamente se reduce la transmisión de partículas en un 96%.

REFERENCIA

Evaluation of Particle Filtration Efficiency of Commercially Available Materials for Homemade Face Mask Usage