La cirugía estética

El doctor Bouchon practicando un lifting en 1927 en París. En esa época la operación no estaba bien vista. Las mujeres se operaban, pero no hablaban de ello.

En la década de 1920 se puso de moda en Hollywood el primer plano. Gustaba mucho a los espectados, pero al mismo tiempo dejaba en evidencia la mínima imperfección de los rostos de las actrices. Así que empezaron a retocarse en el quirófano. Rita Hayworth fue una de las primera que se operó para alzar un par de centímetros la línea de nacimiento del cabello.

La crisis influye en muchas cosas, pero quién iba a decir que incide en los gustos estéticos. En vacas flacas se ponen ponen de moda los rasgos «duros» como los de Marlene Dietrich, en bonanza, el de Audrey Hepburn, más femenino.

Hubo un tiempo en que operarse la nariz, más que una cuestión de estética, era una forma de sortear el estigma social. Cuando no había antibióticos para tratar las infecciones, uno de los efectos más comunes de algunas de ellas, como la sífiles, era la pérdida de la nariz. Para reconstruirla se creaba un puente nasal y se cubría con un injerto de colgajo obtenido normalmente de la parte superior del brazo o de la frente.

El cazador chino Li Guoxing recibió en 2006 una ceja, la mejilla y el labio superior. Aunque el trasplante fue un éxito, falleció en 2008 por negarse a tomar los medicamentos que hacen que el sistema inmune no rechace los órganos recibidos.

James Maki perdió en 2005 la nariz, el labio superior, las mejillas, el paladar, los músculos y los nervios de lar cara en un accidente. La vida le cambio por completo después del trasplante; antes ni siquiera salía a la calle porque la gente retrocedía al verle.

Como si hubiera que completar las piezas de un puzzle, en un trasplante de cara los cirujanos tienen que unir vasos, músculos y nervios, y en ocasiones también tienen que transportar huesos del donante para que el resultado estético sea mejor.

Barret Brown perfeccionó la técnica para tratar a pacientes quemados, y en la década de 1950 organizó los primeros bancos de piel que permitían guardar fragmentos de este órgano esterilizado con rayos gamma.

La toxina botulínica se produce con una bacteria que vive en el suelo y tiene la facultad de relajar los músculos. Ya lo demostró en 1950 Vernon Brooks. En estética se utiliza para corregir fundamentalmente las arrugas de expresión del rostro, pero tiene también otras utilidades médicas como corregir la hiperhidrosis.

El progreso de la anestesia ha permitido que la cirugía estética se convirtiera en una operación habitual porque han podido hacerse operación más largas con absoluta seguridad.

Jaume (en la foto) está «muy bien y contento». No es para menos, han desaparecido las deformidades que le causó en la cara el Síndrome de Parry-Romberg. Su nueva cara se la reconstruyeron con células madre de su grasa en 2009 en el Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona.