Los milagros (entendidos como fenómenos sobrenaturales o mágicos) no existen. Pero, en ocasiones resulta difícil no utilizar dicha palabra para definir ciertas historias asombrosas. Como la de Yasser López, un adolescente de dieciséis años que sobrevivió a un terrorífico arponazo (accidental) en la cabeza. El muchacho estaba nadando en un lago de Florida cuando un amigo que estaba pescando disparó sin querer su arpón. Con tanta puntería que el acero penetró en la cabeza de Yasser (tan solo 5 cm por encima de su ojo izquierdo), atravesándola por completo.
Para extirparle el arpón, el chico tuvo que someterse a una compleja intervención que duró más de tres horas. Asombrosamente, el acero no dañó ninguno de los principales vasos sanguíneos del cerebro, por lo que los médicos esperan que el accidente no le deje secuelas de ningún tipo. Lo dicho… milagroso.
De momento, Yasser ya habla, afirma que siente dolor y no recuerda nada del accidente. Pero lo que más le preocupa es que por el momento no tiene movilidad alguna en el lado izquierdo de su cuerpo. Aunque los doctores esperan que ese problema se solucione con meses de rehabilitación.