Las noticias no son buenas. Mientras miles de científicos se afanan por encontrar una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2, el gobierno chino está promoviendo desde diferentes ámbitos las medicinas tradicionales como tratamientos para la COVID-19. Incluso se están enviando a países, como Irán e Italia, como ayuda internacional.

Aunque se está probando la eficacia de algunos de estos medicamentos, son muchos los investigadores que señalan que los ensayos no se han diseñado rigurosamente y es poco probable que produzcan resultados confiables. Por su parte, los funcionarios del gobierno chino y los profesionales de la medicina tradicional consideran que los remedios son seguros porque algunos se llevan usando miles de años. De hecho, en China, donde medicina tradicional china forma parte del sistema de atención de salud del país, las críticas a la medicina tradicional son silenciadas. La industria vale miles de millones de euros por año y recibe un importante apoyo gubernamental

Según los medios chinos, la Administración Estatal de Medicina Tradicional China dice que tres fórmulas y tres medicamentos «han demostrado» tratamientos efectivos para el enfermedad. El periódico China Daily ha informado que «experimentos comparativos” señala que quienes tomaron una bebida a base de hierbas llamada Jinhua Qinggan (usada para combatir la gripe H1N1) mejoraron más rápido que aquellos que no la tomaron y dieron negativo para el nuevo virus más de dos días antes. Aunque no hay estudios científicos al respecto.

La realidad es que actualmente no hay tratamientos comprobados para el nuevo coronavirus, aunque muchos países están probando medicamentos existentes y experimentales. Hasta ahora, solo uno, el antiviral remdesivir, se ha demostrado, en ensayos aleatorizados de control, que tiene cierto potencial para acelerar la recuperación. 

Las efectos secundarios del uso de este tipo de medicina alternativa son desconocidos. En este sentido, un caso interesante es el del presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, quien afirmó que una bebida a base de hierbas puede curar a las personas de COVID-19. De acuerdo con estudios científicos, su uso podría llevar a que ciertos fármacos no sean efectivos contra la malaria 

La OMS desaconseja por completo este tipo de mecidina señalando que no ha demostrado ninguna efectividad.