La especie andina kiswara (Buddleja coriacea) se ha utilizado tradicionalmente para aliviar problemas de hígado, próstata o diabetes, y dolores relacionados con la artrosis, pero carecía de demostración clínica. Ahora la tiene.

A veces, los remedios populares son una filfa, incluso peligrosos, pero otras muchas, tienen una base eficaz que cuesta demostrar científicamente.  Lo que acaba de ocurrir con la kiswara es que han probado en laboratorio su eficacia contra algunas enfermedades, entre ellas, la artrosis.

La kiswara (Buddleja coriácea Remy), también conocida como k’iswara, kishuara, kiswar, punaquishuar, qulli, colli, colle, ppañimKolli o ahara, es un árbol de entre 4 y 6 metros, nativo de las altiplanicies andinas de Bolivia, Perú y Ecuador.

Los bortes y hojas de kiswara tienen múltiples usos en medicina tradicional: se utiliza para aliviar problemas hepáticos, de próstata, diabetes y cistitis. Sus hojas, hervidas junto con hojas de “queñua”, se emplean para el tratamiento de dolores derivados del reumatismo, artritis y gota, para combatir el dolor de estómago y cuadros de diarrea y fiebre, curar resfríos y cicatrizar heridas y úlceras.

Se utiliza la infusión de flores de Kiswara para curar la hidropesía, y la infusión de flores de kiswara con una hoja de kimsa k´uchu para combatir infecciones de matriz después del parto.

La infusión de coteza de kiswara con corteza de qeñua se usa para aliviar la tos y el dolor de garganta y la infusión de flores de kiswara con un poco de Q´oa y flores de clavel o clavelina se usa como remedio de la bronconeumonía. Para todo esto, a día de hoy, no hay demostración de su eficacia.

Su validación en animales

Por primera vez, una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) identifica en modelo animal las propiedades antiinflamatorias y antiartríticas de la kiswara (Buddleja coriácea).

“Aunque la medicina tradicional habla sobre las propiedades beneficiosas de esta especie vegetal, no existen estudios científicos previos que avalen estas propiedades. Es en este sentido, nuestro estudio es el primer reporte que las confirma”, destaca Luís Apaza, investigador del Departamento de Química en Ciencias Farmacéuticas de la UCM y del Departamento de Química Orgánica de la UAM.

El estudio, publicado en Natural Product Research, ha aislado y caracterizado tres compuestos, que presentaron una actividad antiinflamatoria in vitro similares a un fármaco antiinflamatorio experimental. Además, estos compuestos han presentado un mayor efecto antiartrítico (5 mg/día) comparado con fármacos empleados en el tratamiento de pacientes adultos con artritis reumatoide como la leflunomida (20 mg/día).

Para llevar a cabo la investigación, en la que también han participado la Universidad Autónoma de Madrid y el laboratorio clínico boliviano ProntoLab, los investigadores prepararon los extractos y aislaron los compuestos.

Posteriormente, estudiaron su citotoxicidad y actividad anti-inflamatoria in vitro (cultivos celulares) y al final se han realizado los estudios preclínicos (modelo murino) que confirmaron las actividades antiinflamatoria y antiartrítica del extracto y de los compuestos aislados.

“El aislamiento de estos compuestos abre el camino para la síntesis de una librería de compuestos con mayor actividad antiinflamatoria y anti-artrítica, tomando estos como referencia”, concluye el experto de la UCM.

Una vez demostrados sus efectos en artritis reumatoide, los investigadores avanzan que uno de los siguientes pasos es estudiar su potencial en la lucha contra otras enfermedades que implican una inflamación crónica como la intestinal.

Referencia bibliográfica: Apaza Ticona L, Siñani Callisaya GB, Aguilar Rico F, Sánchez Sánchez-Corral J, Slowing K. Anti-inflammatory and anti-arthritic effects of compounds from Buddleja coriacea. Nat Prod Res. Enero 2022 10:1-5. DOI: 10.1080/14786419.2022.2025593.