Muere el paciente que recibió un trasplante de un corazón de cerdo dos meses después de la operación. ¿Qué hizo pensar que esta vez sí funcionaría?

El paciente había sido intervenido en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM), en Baltimore (EEUU), casi a la desesperada, cuando contaba con muy pocas opciones, en una operación experimental. El resultado, con la muerte del paciente, tira por tierra la esperanza puesta en el avance.

El cirujano que llevó a cabo la intervención ha confirmado que su equipo seguirá trabajando para perfeccionar este tipo de trasplantes aunque el hospital en el que ha fallecido David Bennet, el mismo en el que se le realizó el trasplante, no ha confirmado de momento la causa de la muerte.

¿Por qué esta vez esperaban que funcionara?

Para empezar, se trata de la mayor edición genética para un xenotrasplante en la historia.

Tres genes, responsables del rápido rechazo de los órganos de cerdo por parte de humanos mediado por anticuerpos, fueron «eliminados» en el cerdo donante. Se insertaron en el genoma seis genes humanos responsables de la aceptación inmunológica del corazón de cerdo. Por último, se eliminó un gen adicional en el cerdo para evitar el crecimiento excesivo del tejido del corazón del cerdo, lo que totalizó 10 ediciones genéticas únicas realizadas en el cerdo donante.

En el proceso, contaron con un nuevo fármaco experimental.

Los médicos-científicos también utilizaron un nuevo fármaco junto con los fármacos antirrechazo convencionales, que están diseñados para suprimir el sistema inmunitario y evitar que el cuerpo rechace el órgano extraño. El nuevo fármaco utilizado es un compuesto experimental elaborado por Kiniksa Pharmaceuticals.

Por último, los doctores Mohiuddin, Griffith y su equipo de investigación pasaron los últimos cinco años perfeccionando la técnica quirúrgica para el trasplante de corazones de cerdo en primates no humanos. La experiencia en investigación de xenotrasplantes del doctor Mohiuddin abarca más de 30 años, tiempo durante el cual demostró en una investigación revisada por pares que los corazones de cerdo modificados genéticamente pueden funcionar cuando se colocan en el abdomen durante tres años.

El éxito dependía de la combinación correcta de modificaciones genéticas en el cerdo donante experimental UHeart y fármacos antirrechazo, incluidos algunos compuestos experimentales. Aún tendremos que esperar para saber qué ha fallado.

Los xenotrasplantes se contemplan como una opción desde hace más de 30 años. Sin embargo, a día de hoy no se han logrado superar las limitaciones que el propio cuerpo del receptor pone a un órgano de otra especie.