Se ha visto que los rayos UV estimulan la liberación de la grelina, la «hormona del hambre» en el tejido cutáneo, pero solo en el caso de los hombres

Hay muchos motivos por los que se dispara nuestro apetito. Tener el estómago vacío es el más evidente, pero el hambre también se nos puede despertar por tener sed (a menudo se confunde una cosa con la otra), por estar nerviosos o tristes o, en este caso, por la luz del sol.

Los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, han comprobado que la luz ultravioleta estimula el apetito en los hombres porque aumenta la producción de la hormona grelina en su tejido cutáneo. Este sorprendente efecto fue descubierto por investigadores durante un estudio longitudinal de tres años con 3.000 participantes, que se ha publicado en la revista Nature Metabolism.

Los hombres estudiados consumían 300 kilocalorías adicionales al día entre marzo y septiembre, comparado con los meses más fríos. Los análisis de sangre realizados en otro experimento mostraron un aumento de los niveles de grelina, conocida como la «hormona del hambre», tras sólo media hora de exposición al sol. Sin embargo, el efecto no se produce en las mujeres. Esta hormona no solo produce hambre, sino que también hace que aumente el uso de las reservas de grasa como combustible.

Los efectos hormonales del sol

La luz solar tiene efectos muy diferentes y también contradictorios sobre el organismo. Por un lado, tiene un efecto beneficioso para la salud, por ejemplo al estimular la formación de vitamina D. Por otro lado, los rayos UV son la principal causa del cáncer de piel. Los resultados de esta investigación muestran que la luz solar también influye en el metabolismo, pero de forma específica para cada sexo.

Para investigar con más detalle cómo la radiación UV afecta a la sensación de hambre, los investigadores repitieron experimentos similares en ratones. Expusieron a los roedores a luz del día artificial durante 10 semanas. Los ratones macho expuestos también comieron más que las hembras y registraron mayores niveles de grelina. Sorprendentemente, la grelina circulante en la sangre no estaba relacionada con la secreción de la grelina en el estómago, donde se produce principalmente, sino con su expresión en las células grasas de la piel.

En otros experimentos con injertos de piel humana, los científicos descubrieron que la luz solar activa la proteína p53, que induce la liberación de grelina. La proteína se conocía hasta ahora principalmente como un «antioncogén» porque inhibe el crecimiento de las células cancerosas. Los ratones macho modificados genéticamente —sin p53 en las células grasas de la piel— no comieron más que los roedores que no habían recibido radiación UV.

Este experimento con células también sirvió para explicar la razón por la que esto no ocurre en las hembras. La hormona sexual femenina estrógeno impide que la proteína p53 dé su señal para liberar grelina.

El estudio abre el camino a un nuevo campo de investigación que trata de la influencia de la piel en el metabolismo y el equilibrio energético. Mientras tanto, la terapia de luz podría ayudar ya a las personas que sufren pérdida de apetito, como los pacientes de quimioterapia. Asimismo, se sospecha que el vínculo entre la radiación UV y la producción de grelina explica también otros efectos de la luz solar que favorecen la salud, como sus propiedades antinflamatorias, prevención de la atrofia del músculo cardíaco y reducción de la presión arterial.

REFERENCIA

Food-seeking behavior is triggered by skin ultraviolet exposure in males