Los edulcorantes como el aspartamo o la stevia empeoran el metabolismo del azúcar y elevan la glucemia, los cambios tienen que ver con las bacterias intestinales

Los edulcorantes sin calorías, como la sacarina, el aspartamo, la sucralosa o la stevia, se han considerado seguros durante décadas. Las sospechas iniciales de algunos de estos compuestos, como el aspartamo, y su riesgo de cáncer, fueron desmentidas hace años. Sin embargo, una nueva investigación ha comprobado efectos negativos mucho más sutiles de estos productos.

Un grupo de investigación del Instituto de Ciencias Weizmann de Israel acaba de publicar en la prestigiosa revista Cell un estudio en el que se examinó el metabolismo del azúcar en humanos y ratones, y cómo se relaciona con los cambios en la microbiota intestinal.

Para su experimento, los biólogos buscaron sujetos de prueba que se abstuvieran por completo de consumir edulcorantes. Esto resultó complicado porque el uso de las alternativas al azúcar está muy extendido. No obstante encontraron 120 voluntarios que dividieron en seis grupos. Cuatro de ellos debían tomar comprimidos que contenían sacarina, sucralosa, aspartamo o stevia todos los días durante quince días. Los sujetos restantes se dividieron en dos grupos de control.

Antes, durante y después de la prueba, los participantes se sometieron a varias pruebas de tolerancia a la glucosa. Bebieron 50 gramos de azúcar simple disuelto en agua en ayunas. Con un sensor de medición continua, como el que utilizan los diabéticos, y ahora se están poniendo de moda entre deportistas, los investigadores pudieron determinar cómo la ingesta de azúcar afectaba al nivel de azúcar en sangre.

Cómo pasa el azúcar a la sangre

El azúcar se descompone en glucosa y fructosa en la digestión, entra en la sangre a través de la pared intestinal, y hace que el nivel de glucosa en la sangre aumente. Pues bien, este pico de glucosa fue significativamente mayor en los grupos que habían consumido sacarina y sucralosa. Esto quiere decir que su organismo no era capaz de asimilar la glucosa igual de bien, y ésta permanecía en la sangre. Sin embargo, en cuanto los participantes dejaron de tomar edulcorantes, la respuesta del azúcar en sangre volvió a la normalidad al cabo de unos días.

¿Por qué un sustituto del azúcar sin calorías cambia la forma en que el cuerpo reacciona al azúcar común? Para averiguarlo, el equipo de Suez examinó, entre otras cosas, la microbiota intestinal de las personas de la prueba, es decir, las bacterias, los virus y otros microorganismos que viven allí.

Estudios anteriores ya habían demostrado que los edulcorantes modifican la flora intestinal. Utilizando un método perfeccionado, los biólogos del Instituto Weizmann también pudieron comprobar cómo cambiaban las cepas bacterianas individuales en términos de número y documentar si el microbioma actúa de forma diferente tras el contacto con alternativas al azúcar.

La sacarina altera la flora intestinal

Los científicos encontraron cambios en el microbioma en los cuatro grupos de edulcorantes. Estos fueron más pronunciados en los participantes que tomaron sacarina y sucralosa. La sucralosa se excreta casi sin cambios, por lo que ambas sustancias pueden interactuar de forma especialmente intensa con el microbioma del intestino.

Para comprobar si el peor procesamiento del azúcar se debe realmente a la alteración del microbioma, los científicos «trataron» a ratones con las muestras de heces de los sujetos de prueba. Los roedores habían vivido previamente en condiciones estériles y, por tanto, no habían desarrollado su propio microbioma. Mediante la transferencia, la flora intestinal humana se instaló en el intestino del ratón. Después, los roedores desarrollaron respuestas de azúcar en sangre similares a las de los donantes.

Aunque este estudio indica que los efectos de los edulcorantes sin calorías no son tan insignificantes para el cuerpo humano como se pensaba, es necesario hacer estudios a largo plazo para saber cuáles son los posibles efectos sobre la salud.

REFERENCIA

Personalized microbiome-driven effects of non-nutritive sweeteners on human glucose tolerance