Esto es lo que pone a prueba Mind Games, un experimento de la marca deportiva ASICS de cuatro meses de duración en el que participaron 77 atletas mentales de 21 países
Es una mañana típicamente fría en Londres. Tras hacerles completar un rompecabezas matemático conocido como Torres de Hanói, ASICS pone a correr a los presentes, invitados a descubrir de qué trata su más reciente experimento. Después de trotar por Hyde Park durante 12 minutos para comprobar la capacidad aeróbica en el que se conoce como Test de Cooper, tocan flexiones hasta el fallo. La idea de este ejercicio matutino no es hacer sufrir a los asistentes, sino ilustrar el experimento y el documental que lo sigue.
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Los cuatro atletas sedentarios del documental «Mind Games: The experiment»
El documental, disponible en Prime Video, narra la evolución de cuatro de los 77 atletas de distintas disciplinas mentales que accedieron a someterse a una rutina de 150 minutos de ejercicio a la semana y a diversas evaluaciones de su rendimiento mental durante 16 semanas para demostrar que el ejercicio mejora la mente.
La premisa de partida del experimento era que los participantes debían ser sedentarios, llevar tiempo sin hacer ejercicio, o practicar menos de 30 minutos de actividad física por semana.
De entre los participantes, los protagonistas del documental, dirigido por Ben Addelman y Matt Hill, y narrado por el actor Stephen Fry, cumplían estos criterios. Además, se dedican a disciplinas mentales muy diversas.
Una de las estrellas del largometraje es Kassa Korley, danés de ascendencia ghanesa y nacido en Estados Unidos. Es Maestro Internacional de ajedrez desde 2014, y su objetivo actual es convertirse en Gran Maestro, título máximo del cada vez está más cerca, según contó tras el pase en primicia del documental al que asistió Quo.
La también estadounidense Sherry Nhan, por su parte, es una gamer que compite en la liga del rapidísimo eSport Street Fighter con su personaje Necalli, y su objetivo con el experimento es escalar en el ranking de un Edeporte en el que todavía compiten pocas mujeres.
El japonés Ryoei Hirano es jugador profesional de Mahjong, el popular y complejo juego de fichas de origen chino que pasó a Japón como Richii Mahjong. Tras tres años fuera de la competición y más de 15 sin hacer ejercicio, Hirano quiere volver a la mesa de juego al más alto nivel posible.
Ben Pridmore, por su parte, es un mnemonista británico tres veces campeón mundial de Memoria. De todos los participantes en el experimento, era el que en peor forma física inicial se encontraba. Jamás se había ejercitado, y reconoce que le extrañó que ASICS lo reclutase para el experimento, ya que «no soy muy sano y no hago ejercicio». Además, hasta entonces pensaba que era «una tontería perder tiempo haciendo ejercicio, especialmente si te dedicas a los deportes mentales», aunque intuye que posiblemente lo incluyeron por ese motivo. Su meta, volver a la competición tras 18 años de ausencia.
El experimento, o mens sana in corpore sano
El nombre de la marca ASICS es el acrónimo de la expresión latina mens sana in corpore sano, una mente sana en un cuerpo sano. Gary Raucher, vicepresidente ejecutivo de ASICS en Europa, explicó a los medios que «nuestra filosofía base es, literalmente, nuestro nombre. Siempre hemos animado a nuestra comunidad a usar el ejercicio para el cuerpo y la mente, pero esta es la primera vez que hemos explorado el verdadero impacto en el funcionamiento cognitivo».
Para evaluar este impacto, el Profesor Brendon Stubbs, que investiga la relación entre actividad física y salud mental, y la interfaz mente-cuerpo, creó y dirigió el experimento. El corredor y entrenador profesional Andrew Kastor estuvo a cargo de diseñar un programa de entrenamientos para los participantes.
El programa incluía ejercicio de cardio de impacto medio y entrenamiento de fuerza. El equipo investigador midió el rendimiento de los participantes en su disciplina, y los sometió a exámenes cognitivos y cuestionarios de bienestar a lo largo de los cuatro meses que duró el estudio.
Los resultados del régimen de ejercicio de Kastor se notaron en las clasificaciones en el ranking internacional de cada jugador, que mejoraron en un 75%. Las funciones cognitivas de los participantes aumentaron un promedio del 10%, sus habilidades para resolver problemas un 9%, su retención de memoria a corto plazo creció en un 12%, y su velocidad de procesamiento y estado de alerta mejoró un 10%.
Además, según encontró el equipo de Stubbs, los niveles de confianza del grupo aumentaron un 44%, y su concentración se incrementó un 33%, mientras que los niveles de ansiedad de los participantes se desplomaron un 43%.
El ejercicio estimula el crecimiento celular en el cerebro y aumenta rápidamente el flujo de sangre al hipocampo y la corteza prefrontal, mecanismos que nos permiten retener mejor los recuerdos, procesar información y resolver problemas rápidamente.
Para Brendon Stubbs, lo novedoso de este experimento es que «se trata de unos sujetos únicos y especiales, ya que son personas que no hacen ningún ejercicio o actividad física, pero que cognitivamente funcionan a un nivel muy alto». Además, se les evaluó durante mucho tiempo, lo que aporta al estudio científico «credibilidad en términos de mediciones sólidas y de cambios a lo largo del experimento».
El profesor concluye con la convicción de que unos resultados tan buenos en este estrato de atletas mentales se traducirían también en enormes beneficios para una población general cada vez más sedentaria, de la que más de un 50% nunca hace ejercicio.
Por su parte, Ben Pridmore no está seguro de que la actividad física le haya ayudado en su deporte mental, pero a lo largo del experimento descubrió por primera vez en su vida que «disfrutaba enormemente del ejercicio», y que lo va a seguir practicando. De hecho, admite algo avergonzado que se ha comprado una cinta de correr para cuando las condiciones climatológicas le impidan salir de casa a practicar su nueva rutina de ejercicio diario.
(Estudio pendiente de publicación)