Un estudio avala la eficacia de un nuevo test basado en un análisis de sangre para detectar una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes 

A medida que la población mundial envejece, los expertos en salud se preparan para mayores tasas de enfermedades relacionadas con la edad, entre ellas el Alzheimer. Encontrar nuevas formas de diagnosticar la enfermedad es más prioritario que nunca, ya que los nuevos tratamientos funcionan mejor en las fases más tempranas de la enfermedad.

Sin embargo, en la actualidad, las dos formas principales de diagnosticar la enfermedad de Alzheimer (escáner PET o punción lumbar) son demasiado caras o invasivas, por lo que demasiados casos se quedan sin diagnosticar.

En un estudio publicado en JAMA Neurology, los investigadores informan sobre una prueba prometedora y más accesible que utiliza sangre, lo que podría hacer posible un cribado y seguimiento más generalizados de esta enfermedad neurodegenerativa. Los investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) trabajaron con ALZPath, una empresa que ha desarrollado una prueba de Alzheimer basada en la sangre que se utiliza en estudios de investigación, para determinar en qué medida la prueba estaba a la altura de las actuales pruebas de referencia de imágenes PET y de líquido cefalorraquídeo (LCR) obtenidas mediante punciones lumbares. Los investigadores analizaron escáneres o muestras de LCR y sangre de casi 800 personas de tres poblaciones distintas de pacientes de EE.UU., Canadá y España.

En la comparación, el análisis de sangre funcionó tan bien como el LCR para detectar el Alzheimer, un dato alentador, ya que el LCR funciona tan bien como las tomografías PET para diagnosticar la enfermedad. «Esta prueba demostró que la sangre y el LCR funcionaban exactamente igual», afirma Nicholas Ashton, profesor asociado de neuroquímica de la Universidad de Gotemburgo y autor principal del estudio. «El análisis de sangre funcionó de forma excelente -tuvo una precisión de casi el 95%- y, en ese sentido, podría acabar sustituyendo al LCR».

Tan eficaz como la punción lumbar

La prueba mide una sustancia llamada tau fosforilada, una proteína que se ha revelado como un fuerte indicador del Alzheimer. Los niveles de tau fosforilada tienden a aumentar cuando empiezan a formarse en el cerebro cúmulos de proteína amiloide, la característica distintiva del Alzheimer, a menudo años antes de que aparezcan los síntomas de pérdida de memoria y deterioro cognitivo. El análisis de sangre aprovecha una tecnología propia que lo hace muy sensible incluso a niveles bajos de la proteína, lo que podría convertirlo en una herramienta útil para detectar la enfermedad.

Según Ashton, los médicos suecos están empezando a incorporar el análisis de sangre a un programa general de diagnóstico y tratamiento del Alzheimer. Están empezando a realizar un estudio en condiciones reales y a recoger muestras de sangre para determinar qué proporción de pacientes, por ejemplo, podrían diagnosticarse de forma fiable sólo con el análisis de sangre, y cuáles podrían necesitar pruebas confirmatorias adicionales como el LCR. «Esperamos que todas las personas sospechosas de padecer demencia puedan acceder a esta prueba, que revela la patología subyacente de lo que podría estar causando sus síntomas», afirma Ashton.

En caso de padecer Alzheimer, el análisis de sangre también podría servir para identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de los nuevos tratamientos antiamiloides, como el lecanemab, y ayudar a los médicos a controlar su respuesta a la medicación.

Por ahora, la prueba ALZPath sólo está disponible para que los científicos la adquieran para estudios de investigación a través de laboratorios asociados seleccionados, pero se espera que esté disponible para su uso en pacientes en pocos meses.

REFERENCIA

Diagnostic Accuracy of a Plasma Phosphorylated Tau 217 Immunoassay for Alzheimer Disease Pathology