Pocas personas pueden resistirse al sabor del chocolate, sin embargo, una nueva tendencia hace que la gente disfrute de este producto de una forma muy distinta y peligrosa

Al parecer, algunos prefieren esnifar cacao en polvo finamente molido para obtener un subidón inmediato de euforia, gracias a la cafeína que contiene el chocolate. Sin embargo, nuestros cuerpos no están diseñados para esnifar chocolate, afirma el doctor Alexander Farag, del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio.

«Por algo tenemos estómago», dice Farag. «Es ácido y descompone los compuestos en partículas más pequeñas. Además, las zonas de nuestro cuerpo diseñadas para la absorción (los intestinos) no son el primer portal de entrada. Por algo tenemos un hígado que filtra las toxinas de la sangre. Cuando te saltas esos mecanismos, sobrepasas los límites de tu cuerpo».

Coco Loko

Han aparecido tantos informes sobre la inhalación de chocolate que se ha convertido en trending topic en las redes sociales. Un producto que está recibiendo mucha atención es Coco Loko, un suplemento dietético disponible en Internet. Se trata de cacao molido mezclado con otras sustancias, como taurina y otros ingredientes habituales en las bebidas energéticas.

Farag, rinólogo y cirujano de la base del cráneo en el Departamento de Otorrinolaringología, dice que el atractivo del chocolate en polvo varía de un individuo a otro. «Sabemos que los alimentos ricos en azúcar y grasa, como el chocolate, activan las vías de recompensa en el cerebro». Los nuevos suplementos aprovechan este vínculo enriqueciendo el cacao con elementos estimulantes que se encuentran en las bebidas energéticas.

La gente esnifa el polvo empleando los mismos métodos utilizados con drogas como la cocaína. La relación ha empezado a alarmar a algunas personas. «La nariz es un lugar muy vascular que permite la rápida absorción de compuestos en la sangre», afirma Farag. «Las sustancias esnifadas también pueden utilizar el olfato y otros nervios craneales para sortear la barrera hematoencefálica, permitiendo la entrada directa en el cerebro. Esto puede producir una euforia y un sabor más intensos de un compuesto».

Algunos podrían argumentar que es una alternativa relativamente segura a esnifar drogas más peligrosas. Sin embargo el rinólogo lo desmiente: «No, no es una buena idea sustituir una sustancia ilícita por otra», dice Farag, que ha visto las secuelas de personas que esnifan una variedad de artículos comunes, desde Tylenol a nuez moscada o caramelos triturados.

El chocolate en polvo, sin embargo, no es uno de ellos. Al menos, todavía no. «La gente seguirá yendo más allá», afirma Farag. «Es una tendencia relativamente nueva. No hemos tratado ningún caso. Pero con las redes sociales, puedes tener un fenómeno muy pequeño que puede globalizarse rápidamente.»

Gran parte del trabajo de Farag consiste en arreglar agujeros en la nariz y el paladar causados por personas que esnifan sustancias. «La gente contrae todo tipo de infecciones que pueden suprimir su sistema inmunitario», dice. «Los tejidos pueden morir y provocar infecciones atípicas que te llevarán a urgencias o, peor aún, al quirófano».

Entonces, ¿es seguro esnifar chocolate? «No, no creo que sea seguro», afirma Farag. «Las partículas de comida pueden inutilizar los cilios y mermar la capacidad de funcionamiento de la nariz. Si quieres una experiencia chocolatera más intensa, come más chocolate».

Fuente: Ohio State University