34 ¿Es cierto que nos ciega?
Por lo menos, nos vuelve más miopes a los encantos de otros. Las personas con una relación duradera prestan menos atención y recuerdan menos las fotos de auténticos “pibones” que se les muestran. Esto ocurrió en un estudio de los psicólogos Gian Gonzaga y Martie Haselton. Ambos creen que esta “ceguera” es un instrumento evolutivo para mantener juntas a las parejas. Según Haselton: “El amor es un instrumento para comprometerse, y ha evolucionado para que nos identifiquemos con un compañero y nos unamos a él durante un tiempo suficiente como para criar a un hijo. Aquellos ancestros nuestros con esta capacidad tuvieron más éxito para que su descendencia llegara a la madurez, y esa es la razón de que dicha adaptación haya llegado a nosotros”.
35 ¿No hay una cura para el dolor de un desengaño?
Podría haberla, y sin necesidad de recolectar extrañas hierbas, ni vísceras de dragón. Una adecuada dosis de las hormonas melatonina y arginina-vasotocina podría bastar para secar las lágrimas de los amantes no correspondidos. Ambas sustancias son segregadas por la glándula pineal, que desempeña un importante papel a la hora de desencadenar las sensaciones de euforia, obsesión e imperiosa necesidad de cercanía al ser amado que caracterizan el enamoramiento. M. Shoja y R. Tubbs, de las Universidades de Alabama (EEUU) y Tabriz (Irán), respectivamente, propusieron la mezcla hormonal como sustitutivo del anhelado sí. Aunque, de momento, no hay testimonios de que funcione.
36 ¿Tiene algo de cierto la curva de la felicidad?
Sí y no. El tema de la tendencia a ganar peso en los casados está tan en el aire que Jeffrey Sobal, nutricionista de la Universidad de Cornell (EEUU) dedica su vida profesional a estudiarlo. En sus últimas investigaciones asegura que algo de eso hay, si bien esa relación varía dependiendo del sexo y la raza de los afectados. En general, los hombres casados tienden más al sobrepeso, una correspondencia que no puede establecerse en las mujeres. Sin embargo, mientras en los hombres negros e hispanos solteros y casados la variación de talla es significativa, en los caucásicos apenas existe.
37 ¿Hay personas con poca capacidad de amar?
En el libro La vuelta del Narcisismo, de Hans-Werner Bierhoff y Michael Jürgen Herner, se explica que las personas con una personalidad narcisista tienen enormes dificultades para establecer relaciones sentimentales y, sobre todo, conseguir que funcionen. Apenas les interesa la intimidad, y lo que realmente buscan en la pareja es una admiración que refuerce su irrefrenable necesidad de aumentar constantemente su amor propio. Eso les lleva a comportarse de forma posesiva, celosa e incluso explotadora.
Y lo peor: apenas existen posibilidades de “reforma”. Habrá que mantener los ojos abiertos y el corazón entornado, porque otra de las tesis del libro es que el narcisismo está experimentando una expansión acelerada en nuestras sociedades.
Otra de las dificultades para establecer vínculos románticos puede tener origen químico.Según descubrió Larry Young, del Centro de Investigación de Primates Yerkes de Atlanta (EEUU), los hombres con una variante en el gen AVPRI1A, receptor de la hormona vasopresina (que potencia la unión a la pareja y los instintos paternales en los hombres), tienen el doble de probabilidades de quedarse solteros o de tener pronto una crisis de pareja.
38 ¿Necesitamos haberlo recibido para vivirlo?
Los expertos coinciden en señalar que a las personas que han tenido vínculos seguros con sus padres, especialmente sus madres, les resulta mucho más fácil vivir relaciones estables y duraderas. La receta para el éxito adulto podrían ser lazos paternofiliales que combinasen la afectividad con la independencia. Por otra parte, los investigadores Philip Shaver y Cindy Hazan señalaban que los niños demasiado dependientes o temerosos se convertían en la madurez en personas enamoradizas, con una excesiva necesidad de cercanía y un miedo al abandono que impiden relaciones largas.
39 ¿Qué fue el asunto Proxmire- Hatfield?
La investigación del amor se encuentra ahora en pleno apogeo, pero sus comienzos no fueron fáciles. En EEUU, en 1975, el senador de Wisconsin William Proxmire arremetió contra una de las más relevantes científicas en este campo, Ellen Hatfield. Consideraba un despilfarro de fondos públicos la beca con la que Hatfield y dos de sus colegas pretendían abordar el amor apasionado y el deseo sexual desde las teorías emocionales y cognitivas. En una encuesta al público del Chicago Daily News, el 87,5 por ciento de los lectores manifestó que Hatfield era una “ingenua” al creer que el amor y el sexo pueden ser objeto de estudios científicos. Desde entonces, todas sus influyentes investigaciones se han realizado con la única financiación y ayuda de fondos privados.
40 ¿Qué tiene esa cara para que a él le guste tanto?
Que los ojos y la boca están separados por un 36% de la longitud del rostro, y la distancia entre los ojos es un 46% de la anchura de la faz. Es el último criterio ideal del atractivo femenino.
41 ¿Le sienta bien el sentido del humor?
Parece que sí, ya que es uno de los rasgos más nombrados cuando se pregunta por las características de una pareja ideal. Sin embargo, parece haber cierto desacuerdo entre sexos. El canadiense Eric Bressler comprobó que las mujeres consideran más deseable como pareja a un hombre que ven en una foto si esta está compañada por una frase graciosa atribuida a él. A pesar de que, en general, consideraban a los hombres graciosos menos inteligentes y fiables. Sin embargo, en el mismo estudio los hombres no preferían mujeres graciosas como pareja, aunque sí les gustaba que tuvieran “sentido del humor”.
Este aparente contrasentido se debe a que ellos y ellas atribuyen un significado radicalmente distinto al concepto.
Según Bressler, las mujeres consideraban que alguien con sentido del humor es quien les hacía reír, mientras que los hombres lo traducían como alguien que comprendía sus chistes. Las mujeres eligen a alguien que crea humor un 62% de las ocasiones, pero los hombres eligen a mujeres que les ríen las gracias un 65% de las veces.
Sin embargo, lo de que se pongan a producir monólogos cómicos les horroriza, y solo lo admiten para relaciones cortas o aventuras de una noche. Que se lo vayan pensando las candidatas al Club de la Comedia.
42 Al fin y al cabo, ¿Las madres tienen algo que ver en todo esto?
El baño de endorfinas que crea el vínculo postparto madre-hijo y el sexual en una pareja es muy similar. Y en chimpancés se ha visto que el amor materno potencia la habilidad cognitiva de los bebés.
43 ¿Pueden notar otros que estamos enamorados?
Naturalmente. Basta con que se fijen un poco. El famoso tópico de “solo hay que ver cómo le/la mira” parece ser cierto. Varios investigadores han medido científicamente que las personas con una relación romántica se miran con mucha más frecuencia y son los únicos que intercambian miradas largas e ininterrumpidas a muy corta distancia.
Además de eso, el espacio entre uno y otro resulta otro indicador evidente. Cuando alguien nos gusta, tendemos a romper las barreras interpersonales sin miramiento alguno. Y por supuesto, está la célebre cara de carnero degollado. Infalible.
44 ¿Se puede considerar una enfermedad?
El médico alemán Ludwig Pick aseguraba que: “El amor es una psicosis aguda a la que siempre se puede dar un buen pronóstico”. Y Plutarco, en el siglo I, describía así los síntomas de un enamorado: “Discurso entrecortado, accesos de ira, visión oscurecida, sudoración repentina, palpitación cardíaca irregular y, finalmente, su alma había sido poseída por la tormenta, la impotencia, el estupor y la palidez”. Ninguno de los dos sabios exageraba en absoluto.
La investigadora Donatella Marazziti descubrió que los recién enamorados presentaban el mismo sistema de serotonina que las personas con un diagnóstico de desorden obsesivo compulsivo que no seguían tratamiento. Ese sistema regula el estado de ánimo, la emoción, el sueño y el apetito. Pero el médico Michel Odent precisa que: “Esto no quiere decir que sea patológico, sino que el enamoramiento es una etapa de atontamiento fisiológico. Su carácter supracultural indica que debe de estar programado en nosotros con alguna ventaja evolutiva”.
45 ¿Qué cualidades necesita un amor feliz?
En la mayoría de las encuestas se hace referencia a la belleza, la inteligencia, la generosidad, la simpatía, siempre pensando en lo que tiene que ofrecer el otro. Sin embargo, para una relación sentimental satisfactoria, los expertos señalan características más relacionadas con el bienestar interno de los amantes.
Una buena dosis de autoestima, confianza en uno mismo, independencia y capacidad de compromiso allanan el camino a relaciones duraderas y estables.
En su obra La psicología del amor, Nathaniel Branden defiende que el amor no tiene que ser altruista, ni entregado a toda costa. El respeto al espacio propio y al del otro, incluso a la necesidad de soledad, aportan mucho por la vida en común.
A pesar de ello, nadie puede garantizar una fórmula perfecta.
Pilar Gil Villar