Podemos llevar a cabo actos violentos contra nuestros seres queridos sin tener ni la voluntad ni la conciencia de cometerlos? Pues parece que sí, según los expertos en patologías del sueño que lograron la absolución de un presunto asesino sonámbulo en noviembre de 2009.
En julio de 2008, el británico Brian Thomas se encontraba de vacaciones con su mujer. Estaban recorriendo Gales en autocaravana. El matrimonio llevaba muchos años durmiendo en camas separadas, ya que Brian acumulaba un amplio historial de despertares durante la noche (a veces, amanecía con cortes en los pies por caminar descalzo) y esto perjudicaba la calidad del sueño de su cónyuge.
De acuerdo con Rosalind Cartwright, psicóloga del Servicio de Investigación de Desórdenes del Sueño de Chicago y autora de lo que podría ser el primer tratado sobre las conductas violentas durante el sueño desde un aspecto legal (Violencia durante el sonambulismo: un desorden del sueño, un dilema legal y un desafío para la psicología): “Se debe considerar si el paciente tiene un historial familiar y personal de parasomnias. Estos datos serán estudiados y comparados con los criterios de edad y sexo”. Un estudio realizado por el psiquiatra Alexander Bonkalo demuestra que más del 90% de los pacientes que sufren de desórdenes violentos del sueño son hombres con un amplio historial de parasomnias. Ambos hechos coinciden con el perfil de Brian.Aquella noche, antes de dormirse, la pareja tuvo una discusión con unos jóvenes del lugar porque estos tenían la música muy alta y no respetaban el descanso. Por eso, los Thomas decidieron trasladarse a otro sitio y se dispusieron a dormir en la misma cama. Como no sucedía desde hacía años.
Este hecho aislado es muy significativo. Los expertos forenses reconocen que para que se desencadene un episodio de violencia durante el sueño, el paciente debe estar sometido a un período de estrés emocional que provoque una reacción de emergencia ante una amenaza.

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La discusión con los jóvenes y el hecho de que la mujer de Brian acabara de concluir un difícil tratamiento contra el cáncer (el viaje era para celebrarlo) podrían haber creado dicho estrés. Y por si esto fuera poco, Brian había dejado de tomar recientemente medicación para tratar el párkinson. Brian aseguró en el juicio que por la noche, mientras dormía, sintió ruidos en la caravana. Se incorporó y vio que un joven había entrado y estaba sobre su mujer. Le gritó que se apartara y luego se lanzó contra él. Tuvo lugar una pelea… Y es lo último que recuerda de esa noche. Hasta que se despertó y se dio cuenta de que la presencia del joven había sido un sueño. Pero la pelea no. Para comprender cómo se puede actuar lo que soñamos, le preguntamos al doctor Francisco Javier Puertas, presidente de la Asociación Española del Sueño. Puertas nos explica que: “Hay dos tipos de parasomnias que se acompañan de conductas motoras complejas. Una de ellas ocurre durante la fase REM y se caracteriza porque el paciente recrea lo que sueña, como, por ejemplo, una pelea. Los gritos y los avisos del entorno los incorpora al sueño. Además, los mecanismos habituales de parálisis durante esta fase del sueño se alteran. En fase REM solo se mueve la musculatura ocular y el diafragma. En este momento lo que ocurre es que hay un despertar conductual, pero no está activo en la conciencia, es decir, la corteza prefrontal o el control prefrontal. Lo que sucede es que el contenido de las ensoñaciones se transmite al área motora porque el control se pierde. Y estos son los síntomas que anuncian, en muchos casos, una enfermedad neurodegenarativa; por ejemplo, párkinson”. Lo que coincide con la medicación que había dejado de tomar Brian.

todo comenzó en el siglo XIX
Los casos de violencia durante el sueño son más antiguos. De hecho, el primer registro corresponde al año 1878 y fue publicado en el Journal of Mental Science. Trata de un hombre de 28 años, con un pasado de terrores nocturnos, que mató a su hijo porque estaba soñando que un animal salvaje atacaba a su familia. El hombre fue declarado inocente porque estaba inconsciente.
Desde entonces ha habido aproximadamente unos 50 casos de asesinos sonámbulos que han sido llevados a juicio y en los que se ha alegado un desorden violento del sueño.
Es necesario señalar dos factores importantes en este hecho. Primero, la presencia de un animal en el sueño. Un estudio realizado por el Hospital Universitario de París revela que el 11% de los pacientes con terrores nocturnos ven animales agresivos durante sus ensoñaciones.
Y segundo, el hecho de estar inconsciente. Para Puertas, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario de la Ribera, en Valencia: “El sueño es incompatible con la conciencia, por definición. Ningún acto dormido tiene control sobre la voluntad. Si se demuestra que se trata de un episodio de sonambulismo y hay antecedentes de ellos, no existe ni una conciencia ni una voluntad”.
Apenas se despertó Brian y vio el escenario, lo primero que hizo fue llamar a la policía: “Creo que he matado a mi mujer mientras dormía. Por favor, ayúdenme”. Cuando llegó la policía, Brian se encontraba temblando y en estado de shock.
Pero hay expertos que no habrían absuelto a Thomas. Para la doctora Inés Picornell, jefa de Neurofisiología Clínica del Hospital de Móstoles, hay cosas que no cuadran: “¿Cómo sabe él que lo hizo durante el sueño, si estaba durmiendo? Eso no me lo creo. Un sonámbulo nunca se tira por la ventana. Solo soñamos en la fase REM, y el sonambulismo no se da en dicha instancia. Estas parasomnias son actuaciones automáticas, comportamientos habituales de la vigilia, pero matar no es un habitual. De entrada, únicamente recuerdas lo que has soñado si te despiertas inmediatamente.”
“Hay mucha gente que no recuerda sus sueños. Por lo tanto, si te despiertas y has soñado que matabas, es que estás matando. Durante el desorden de conducta en fase REM, los pacientes se comportan de modo muy caótico: se tiran de la cama, corren, es algo muy desordenado y desorientado. Y matar es algo planificado. Tienes que tener muy claro cómo lo haces y evitar que el otro también te ataque. Estrangular a una persona exige mucha atención, y me parece una mala actuación de la justicia”, concluye Picornell.

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En noviembre de 2009, y después de 10 meses de estar sometido a vigilancia psiquiátrica y a diferentes y muy específicos estudios del sueño, Brian Thomas acudió al juicio, donde fue declarado inocente. El jurado aseguró estar convencido de que en ese momento no tenía voluntad ni conciencia, y por lo tanto, no debía ser recluido en un hospital psiquiátrico. Este último hecho es de vital importancia, ya que abre un importante debate: Thomas no fue declarado mentalmente incapacitado en el momento de la muerte de su mujer, y con ello surge una nueva figura legal que no tiene que ver con la locura: la ira temporal o la incapacidad mental.
El caso de Brian Thomas no es excepcional; ni siquiera es el primero, como se ha visto. Pero teniendo en cuenta que, de acuerdo con Cartwright, el 2% de la población padece desórdenes similares, la necesidad de un consenso entre ley y ciencia es imprescindible.

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Otras parasomnias

Fase no rem
Es la que ocupa la mayor parte de nuestra noche. Aquí no hay sueños, pero se duerme muy profundamente.

Sonambulismo: Se calcula que hasta un 17% de los niños lo sufre o lo ha sufrido. Dentro de esta categoría se pueden encontrar los sexámbulos y los que comen o beben dormidos.

Terror nocturno: Es más habitual entre los niños pequeños. Se caracteriza por llantos y gritos de pánico. A menudo, los intentos de consolarles no tienen efecto. Cuando se despiertan es muy probable que no recuerden nada.

Epilepsias nocturnas: Son de difícil diagnóstico, pues suelen confundirse con episodios epilépticos.

Ataques de pánico nocturnos: Se diferencia de los terrores nocturnos en que afecta más a personas adultas, sobre todo a aquellas que han vivido una experiencia traumática recientemente.

Alucinaciones Hipnogógicas: Son ilusiones visuales, auditivas o táctiles que se producen justo antes de dormirse. Es común creer que se está despierto.

Fase rem: Es el momento en que se sueña. La privación de esta fase puede producir trastornos psicológicos.

Desorden de conducta en fase REM: Fue descubierto en 1986. Se pierde la atonía en los músculos. Durante el sueño entramos en un estado conocido como hipnagógico: solo funcionan los músculos de los ojos, el corazón y la respiración. Este mecanismo, útil para no escenificar los sueños, está alterado en quienes sufren este desorden, y a menudo “viven” sus sueños con todo su cuerpo: pueden pegar, gritar, tener reacciones violentas, etcétera.

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Derek Barefoot tiene 75 años y se ha pasado los últimos seis durmiendo en la cocina, mientras su mujer, Elaine, lo hace encerrada en la habitación que antes compartían. Elaine tomó esta decisión después de que su marido la golpeara repetidas veces mientras estaban durmiendo. Los médicos están tratando a Derek, pero aún no han hallado solución a su parasomnia.

Juan Scaliter